"Once, a taxi driver told me in my way to heathrow....."London will miss you"....I remember this because it was it was funny for me because he seemed convenced.
A few months later, I dont know if London miss me, but for sure I missed London.
I found a picture about my favourite pub in London, in the past and now...is amazing"
El 3 de septiembre del año pasado llamé a un taxí a las siete de la mañana en Parsons Green, camino de Heathrow.
Antes de que llegase el taxi, en la casa todo el mundo dormía, y baje las escaleras estrechas, enmoquetadas con mi maleta barata cantosa del Primark hasta la calle, con cuidado para no despertar a nadie.
Recuerdo el silencio en la casa, y como le esperé en la calle con el Durell Arms enfrente, cerrado, tranquilo preparandose para el bullicio que le esperaría como siempre ese día.
The Durell Arms, es uno de esos sitios de Londres, que te recuerdan que estás en Londres, porque eso no pasa siempre, como un amigo mio dice.
Pero The Durell Arms, tiene el encanto inglés.
Obviando que dentro siempre está lleno de ingleses, algo que tampoco pasa siempre, ni mucho menos.....es la decoración, la terraza, esos sillones a los lados, con ese escenario donde tocan música en directo más al fondo, y al fondo del todo una estancia con más sillones y pantallas gigantes para ver el futbol.
Y lo mejor, su historia, porque este pub tiene historia.
Lo enmarcó dentro de esos sitios especiales, como lo son los cafés en Malasaña para mí. No son sitios sin más para tomar algo e irte, te hacen impregnarte de la esencia del lugar, para que los recuerdes cuando marchas, y cierras sus puertas.
El taxí llego, no recuerdo la nacionalidad del taxista, pero ese seguro que no era inglés. Probablemente indio o algo asi, eso parecía.
Empezamos una conversación típica camino del aeropuerto, y mientras él me hablaba yo miraba por la ventana, alejandome de lo que dejaba ahí, del Durell Arms, y de Fullham, y de Putney....y....ya sólo estaba la carretera.
En una parte de la conversación me preguntó cuantos años tenía, y cuando le dije que 34, no lo creía, algo que siempre me hace feliz...recuerdo su comentario...."pues entonces usted debe de ir mucho al gimnasio"....me hizo sonreir con la satisfacción del que piensa que eso mola, al tiempo que piensa cuidado a ver si este va a ser un salido....
Mientras que continuabamos, me pregunto que a donde volaba, le dije: a Madrid.
Me miró desde el retrovisor y me dijo: Londres la va a echar de menos.
Es curioso, sin duda era sólo una frase sin importancia, pero por un momento me hizo gracia la convicción con la que me lo dijo y seguimos en silencio hasta Heathrow.
No sé si Londres me echó de menos. Yo a ella sí.
Pero si vuelvo a coger otro taxi, o simplemente alguien me pregunta porqué volví de nuevo a Londres, yo lo diré sin duda, con la misma convicción que me pareció ver en aquel taxista.....Porque la eché de menos.
