Nací soñando con crecer.
Crecí deseando madurar.
Maduré temiendo a la vejez.
Envejecí agobiado por la muerte.
Y en el lecho de muerte lamenté no renacer
y vivir cada momento a su debido tiempo.
Mis delgaditas piernas temblaban, mi penetrante mirada azul se resquebrajaba y mis manos,
entrelazadas, se movían inquietas. Su rostro sereno palidecía, contrastando con el avivado fuego de
sus mejil...
Saltaban alegres los dos rubitos. Aquella noche Papá les contaría un cuento. Desde que mamá murió,
no lograban conciliar el sueño sin antes escuchar uno. Papá nunca disponía de tiempo para hacerlo,
te...
Comenzó su marcha aquel peculiar tren. La locomotora trazaba divertidas rutas mientras sus vagones,
transportando valiosa mercancía, la seguían.
Minutos después, el tren se detuvo frente a la puerta...
Sostenía una copa de vino entre sus desgastadas manos y miraba por la ventana. Extensos y preciosos
jardines bañados por mil aromas rodeaban la mansión por la que tanto había trabajado. Sin duda, el
...
Tanto visitante inesperado la iba debilitando. No podía sino sonreír agradecida, aunque lo que
deseaba era poder descansar tranquila. -Si por lo menos estuviese en mi casa...-musitaba en
ocasiones par...
Nuestros mismos ojos tenía la abuelita tuerta. De espaldas a la ventana y sobre una vieja silla del
techo de su habitación, solía contemplar el maravilloso paisaje exterior. La puesta de sol al
amanec...