Por un segundo de supuesta felicidad, mil años de agonía.
Ése es el precio que debemos pagar los humanos; la felicidad no existe, simplemente es el nombre que
le damos a nuestra particular utopía.
Si no tienes el valor de decir que mentiste, nunca te podré perdonar. ¿Es que pensaste que no me
daría cuenta? ¿Creíste que seguiría tu juego como una tonta hasta que consiguieras que me sintiera
culp...
Confusión, nadie sabe lo que pasa. Todo es diferente. Nos hemos dado cuenta que las cosas han
cambiado, pero nadie se atreve a decir una palabra.
Se supone que somos amigos,¿no? Deberíamos apoyarnos ...
Indiferencia. Tristeza. Rabia. Quizá simples palabras que atravesaban un pensamiento.
Dolor. Impaciencia. Fingir que estás bien cuando realmente necesitas un hombro en el que llorar.
Pero no todo lo...
Tardía es la hora en la que pediste perdón. Ahora que quemaste mis alas y destrozaste mis sueños,
dime de qué me vale el consuelo de tenerte.
Mis labios, cansados, te recuerdan en vano que pudiste ha...
Ya nada importaba. Los restos de su vida se iban desvaneciendo lentamente, igual que el sol en una
fría tarde de invierno...
Esa sensación era la misma de siempre. La de la desilusión, el vacío por s...