Cierras los ojos y parece todo una pesadilla, un trozo de muerte que hace opaca tu vida. Un suelo seco pero húmedo, el cual guarda aún cada lágrima recogida que un día dejaste que cayese. La garganta llena de culpa, encías llenas de sangre naranja, labios cansados de tanto apretarse, rendidos de tanta rabia. Las manos ya no aguantan tanto temblor, y los oídos ya no te funcionan. Parece que te hubiesen apagado, que hubieran deshabilitado tus piernas, que hubiesen pulsado el botón de «omitir» tu buen humor. De pronto todo es invierno, muy frío. El invierno más frío que jamás pensaste que pudiese ocurrir. Y pasan otras veinticuatro horas, y ya van cuarenta y ocho, y setenta y dos... Y te enfrentas al infierno sola, porque sabes que debes hacerlo, "te lo mereces"piensas. La impotencia te viste de negro, te oculta las playas. Hasta dormirte lloras, y sientes una asfixia increíble cuando te despiertas. Te escondes del mundo, porque crees que él quiere ocultarte. Y de pronto se hace de noche, te tapas hasta arriba para que nadie te vea, que nadie vea un mundo lleno de cicatrices. No duermes, es imposible dormir. Las pesadillas son muy reales y tienes miedo, de ti misma. Pasas a ser dueña de tu propio caos, y aún así no le das importancia. "Falta poco"te dices. Pero ese poco nunca acaba, siempre va a más. Nunca es suficiente, no lo suficiente.

Y que sinceros parecen todos aquellos que hablan de dolor, cuando no se han puesto un paño en la boca mientras acariciaban de la peor manera su piel. Aquellos que jamás notaron como la vista se nublaba, la cabeza te aniquilaba y las piernas, las piernas no soportaban tanta culpa. Que sabrán, de odiar cada centímetro, de odiar cada carcajada, cada gramo y cada reflejo, cada mirada y cada ánimo. Cada gesto de lástima, cada abrazo lleno de hipocresía. Porque solo se les ocurre valorarte cuando creen que van a perderte, y entonces ya no te sirve.
Sientes miles de disparos, y ni si quiera sabes de dónde vienen.
Te haces más daño en la mente que en el cuerpo.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

1 Comentarios

• 

  Diegozami

  Un texto muy pero muy intenso, como la vida misma.
  
  Saludos.

  02/09/18 05:09