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¿es Cuestión de Trabajo? Lésbica

Sinopsis

Melissa Escalona tiene 22 años y es una exitosa Publicista en una revista de renombre, últimamente su vida ha sido una monotonía, se ha concentrado sólo en el trabajo y ha dejado otros aspectos por fuera, en el amor es un desastre, no recuerda la última vez que tuvo una relación y lo cierto es que no le importa, hasta que en una fiesta aburrida de trabajo conoce a la chica que le hara cambiar de parecer... Sara Wood no es cualquier chica, a su corta edad es dueña de WoodStory una empresa que ella misma creo, lo tiene todo y no tolera que las cosas no salgan como planea, un problema con su empresa la hace asistir a esa fiesta donde conocerá a Melissa ... Ahora las dos deben decidir si... ¿Es cuestión de trabajo o algo más?

La Llamada

Este día iba a ser una total mierda (si, se supone que una dama no debería expresarse de esa manera, pero era la verdad absoluta) lo sabía desde que comenzó, estaba preparada para ello pero no para lo que sucedería a continuación...

El despertador sonó a las 5:05, me gusta despertarme temprano porque lesbiana que madruga, Dios le ayuda, así no es que dice la cosa? En fin, tenía un larguísimo día de trabajo, mi jefe me tenía hinchada las bolas, que claro que no tengo bolas pero es un decir, tenía una reunión recién llegando para hablar idioteces sobre los clientes y si había logrado algo con alguno, pues que no, que trabajaba en una revista que se había ganado una enorme fama y aún presumía de ella pero que la verdad estaba decayendo poco a poco en un pozo de mierda y ya nadie quería publicar allí, pero claramente no le dije eso, finji durante 1 horas que todo estaba bajo control y que iba a lograrlo todo, salí airosa de esa por poco, aunque no me dejó ir sin darme las respectivas advertencias de siempre, sino lo consigues esta vez, estamos fritos...

Es irónico, ya que siempre lograba sacar un poco a la revista del charco de excrementos en el que estaba, pero aún así nunca nadie estaba satisfecho, las personas y más en el entorno laboral suelen notar tus defectos, caen sobre ti como alimañas pero cuando haces algo bien, ni bolas le paran, bravo mundo, vamos bien...

Luego de eso debía revisar un montón de carpetas de antiguos clientes para hacerles seguimiento, me encantaba mi profesión pero últimamente este trabajo se me hacía tedioso y aburrido, luego algo de bla bla con un montón de personajes; en mi trabajo tengo que hablar muchísimo, eso quizas me quita luego las ganas de socializar en los otros aspectos de mi vida, pero que ese no es el caso eh.

No pude salir a almorzar, ya que me encomendaron otras tareas, no tenía nada realmente interesante que hacer, vivía últimamente para el trabajo, necesitaba unas vacaciones y una clase sobre cómo regresar a mi antiguo yo, la chica segura, de gran carisma y divertida, ahora solamente era conocida como la mejor publicista de Ideartes.
Realice todo y coloque todo en orden a casi la hora de salir sonó el teléfono, no iba a contestar, pero algo que no me explico me impulso a hacerlo...
- Aló, Revista Ideartes, buenas tardes.

Del otro lado me contestó una voz de mujer bastante agradable, suave y con un tono seductor que me erizo la piel y no sólo por eso, me parecía conocida...
- Buenas tardes, me gustaría hablar con Melissa Escalona, coincidimos en una fiesta hace algunas semanas y necesito soluciónar un asunto que quedó pendiente con ella.

Me quedé callada demasiado tiempo, esa voz pertenecía a Sara, la chica que se quedó en mi pensamiento desde aquel día, una mujer hermosa, inteligente y con ese aire de chica mala que engancha, a que asunto pendiente se refería... ¿A nuestro acuerdo de negocios o a lo que pasó aquel día?

Si, definitivamente no estaba preparada para lo que iba a pasar a continuación.

Antes relatare lo que sucedió ese día, un 24 de mayo, hace exactamente 5 semanas atras...



El Encuentro

La revista quería captar clientes a como diera lugar e hizo una fiesta donde se invitaron varios empresarios, entre ellos Sara, sentí su mirada rápidamente, esos ojos me miraban fijamente, cuando me di cuenta no volteo la mirada, en vez de eso sonrió y se acercó a mi, creo que empeze a temblar, en mi trabajo siempre me tocaba lidiar con señores, calvos, prepotentes, feos, esta chica era el cielo y a la vez el infierno, ese caminar, ese vestido ceñido a un cuerpo espectacular, esos ojos de mirada profunda y esa sonrisa matadora, me quedé ahí como una tonta mirandola mientras terminaba de acercarse a mi...
Se inclinó un poco hacia mí, su cuerpo desprendía un calor increíble y por un segundo paso por mi mente la imagen de ese cuerpo desnudo sobre el mío, (pues si, tenía tiempo sin acción, era normal que imaginara ese tipo de cosas), supongo noto mi nerviosismo porque se rió y me preguntó:
- ¿Melissa, te encuentras bien?
Uff mi nombre salir de esos labios, para eso se había inclinado, llevaba mi nombre en una estúpida etiqueta al lado del pecho.
- Si, si, excelente, con quien tengo el placer? (no se ni cómo llegue a articular esas palabras, supongo me llene de valor y seguridad, me gustaban los retos y esta chica parecía uno).
- Sara, Sara Wood, el placer es mío.
Estiró su mano para estrechar la mía e hice lo mismo, pero tuve la gran idea de además acercarme y darle un beso en la mejilla, creo no se esperaba eso o quizas si y lo hizo a propósito, lo cierto es que no se como demonios mi boca estuvo tan cerca de la suya, pude sentir su piel, suave y cálida, y el aroma tan delicioso que desprendía su cuerpo, me quedé demasiado tiempo allí, estaba loca? Era un evento de trabajo, había un montón de gente rodeandonos, no pareció importarle en lo absoluto, no se movió de donde estaba, siguió mirándome y dijo:
- Melissa, necesito ayuda con mi empresa y creo eres la indicada para ello.
Me encantaba que me tuteara (si ya se que estoy alabando demasiado a la chica pero es que tenía muchísimo tiempo sin sentir nada en lo absoluto por nadie y esto fue muy natural)
- Haré lo posible, cuéntame.
Dios, que regalada sonaba, casi no me tire a sus brazos.
- ¿Bebes?
Lo cierto es que no demasiado, pero quise parecer adulta e interesante.
- Sólo cuando hablo de negocios.
Allí estaba esa sonrisa de nuevo, en cualquier momento iba a derretirme como un helado, camino hasta el minibar y pidió dos copas de vino, se sentó en una de las mesas más apartadas y me invito a hacer lo mismo.
- Supe por alguno de los presentes que eres una de las mejores publicistas de Ideartes y necesito que mi empresa tome un nuevo rumbo, algo fresco e innovador, ha decaído últimamente y creo que un toque puede mejorarla.

Hablamos fluidamente un largo rato, le pregunté sobre su empresa, sobre sus ideas, que deseaba a futuro, que quería específicamente, en mucho tiempo no me había sentido tan bien hablando de trabajo, con ella el tiempo paso volando...
- Claramente sabes lo que haces y lo que quieres para tu empresa, esta sólo necesita un poco de visibilidad, ser reconocida, es fácil, ya el trabajo difícil esta echo.
Sonriendo me dijo:
- ¿Es eso un halago?
Y ahí estaba otra vez, pensé había pasado la etapa del coqueteo ¿me estaba coqueteando? Demonios, odiaba ser tan mala para estas cosas.
La mire fijamente por un rato, no sabía que contestar, deseaba algo más, pero quizas me estaba creando cosas e iba a salir mal si seguía el juego, así que contesté algo corriente.
- Si deseas verlo de esa manera.
- Deseo verlo como tu me lo muestres Melissa, ahora debo dejarme guiar por ti, serás mi publicista.
Al decir eso posó su mano sobre mi rodilla, casi en mi muslo y sentí una oleada de calor en todo el cuerpo... De inmediato imagine sus manos acariciandome, el unico lugar al que deseaba guiarla era a mi cama, pensé en decirle eso pero ¿que mal hubiese quedado no? Una publicista depravada y necesitada de sexo que ofrecía más que sus servicios en publicidad, ja. No lo dije pero el cuerpo es difícil de controlar y más cuando sientes esa química inexplicable, algo que tenía tiempo que no me pasaba.

Coloque mi mano sobre la suya y la acaricie suave, casi imperceptible, apretó su mano contra mi pierna o eso fue lo que quise sentir, su mano quemaba sobre mi piel, mordi mis labios en un intento de controlarme y ella dejó salir el aire que tenia contenido, sonó a un suspiro.

Se paró rápidamente y dijo:
- Necesito ir al tocador
Fue lo unico que dijo, me dio la espalda y se fue, me quedé pensando en que demonios había pasado, no debí hacer lo que hice por Dios, ella sólo estaba siendo de confianza, creando un vínculo, necesitaba alguien capaz que la ayudará y yo sólo pensando en cosas indecorosas, diablos.

Me paré velozmente y la seguí al baño, tenía que pedirle una disculpa, mientras iba caminando me di cuenta que la fiesta se estaba quedando sola y nosotras ahí pérdidas en el tiempo.

Me quedé parada en la puerta, volteó de inmediato y se acercó a mi, demasiado, pensé iba a darme una cachetada o algo cuando levantó su mano y cerró la puerta tras de mi, no dijo nada, no dije nada, ahora estaba segura de todo.

Coloque mis manos sobre sus caderas, la tome con firmeza y termine de acercar a mi, su cuerpo contra el mío me genero una sensación increible, rodeo mi cuello y se acercó a mis labios, los rozó suavemente con los suyos y susurro:
- Y ahora cual es el siguiente paso señorita Melissa?
Me controle sólo un momento para decirle:
- Besarnos señorita Wood, Besarnos.
Sonrió y fundí mi boca en esa sonrisa, nos besamos lentamente pero con pasión, con esas ganas reprimidas de horas atrás, metí mi lengua en su boca y saboree la gloria, no quería despegarme de ella así que la recosté de la pared más cercana y apreté mi cuerpo contra el suyo, mordió mi labio inferior y lo haló, para luego chuparlo con ganas, mi boca quería más así que siguió el recorrido por su quijada hacia su cuello, lo bese y deslize mi lengua lentamente sobre el mientras bajaba su vestido un poco en los hombros para tener más de su piel disponible, tenía sus manos en mi espalda y sentía como sus dedos se clavaban en mi piel, la mordi cerca de la clavícula y salió de su boca un gemido pequeño, esto me excito de una manera increíble, la iba a hacer mía ahí, en un baño de una fiesta, dos mujeres de negocios, que cosas locas pasan en la vida eh, o eso creí.

Su teléfono sonó, pensé iba a ignorarlo pero se separó de mi y contestó la llamada, la note molesta y triste mientras hablaba pero no quise escuchar e interrumpir, ya que era suficiente molestia que estuvieran tocando la puerta del baño... Colgó la llamada, se subió el vestido, me dio un beso en la mejilla y me dijo:
- Lo siento, tengo que irme, estaremos en contacto.
Dejo sobre mi mano una tarjeta
(Sara Wood 04244017001)
Y se fue, dejándome ahí estupefacta con la empleada de limpieza entrando y mirándome raro.



Continuara...
Lesbianasomos01 de abril de 2017

1 Comentarios

  • Forareason

    Con ganas de saber cómo continuará está relación..

    Le invito a leer mi primer micro aquí.
    Me encantaría saber su opinión.
    Muchas gracias

    01/04/17 12:04

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