TusTextos

En El Abismo Del Reencuentro

Me senté a beber té de limón, a escuchar los pasos de la Luna que convertía en flores a la oscuridad. La noche, fría y oscura coronaba la simpleza de esperar tu regreso. La lluvia no se hizo esperar, las cortinas de agua caían incesantemente sobre el paisaje urbano de mi querida Buenos Aires. Ocho en punto, hora de cenar y mi desolación se hacia eco de la siempre desafortunada impuntualidad. La mesa lista, velas de frutilla, dos sillas y el corazón listo para dar su último empujón hacia el abismo que muchos llaman amor. Con la sopa ya fría, y con mi ilusión a punto de cerrar su puerta me senté a ilusionar mis penas. Tus suaves ojos volvieron a cruzar la puerta de entrada, tus pasos tenues y la perfección de tu silueta posaron sobre el asiento la imagen de la salvación.

La cena, en silencio, duró un suspiro. La lluvia no cedía y el frío invitaba a dormirse hasta el amanecer en tus labios puros como la Luna. Corté entonces, otro limón para beber mi último té antes del final de la obra y lo serví en tu taza predilecta color cerúleo. Al terminar, dijiste tu primera frase en la noche: "Mi vida, ésta vida sin vos es peor que jugar con Dios a las escondidas"

Perplejo ya por la incomprensibilidad del calor mágico que rondaba el aire, decidí recostarme sobre el sillón para descansar la mente. En el sueño, me reencontré con una vieja conocida
que ya hace tiempo habita en una estrella. No dijimos mucho, pero al despertar supe que su presencia no había sido más que una advertencia. Si al cerrar mis ojos veo los tuyos y al abrirlos dejaste tu calor en mi vida nunca habrá lugar para el adiós.
Lf1009 de febrero de 2016

Más de Lf10

Chat