TusTextos

Imagino una Ciudad Pacifica, Feliz.

Me duele el estomago. Siento como su hubiera estado una semana lamiendo paredes. Ya tome todos productos contra la acidez pero nada. Como de costumbre un extraño se me pone a hablar y ya se que mas temprano que tarde me va a preguntar si tengo cocaina para convidarle. Me cuenta historias aburridas de enfrentamientos entre hinchadas de diferentes equipos de futbol que no me interesan, despues algo de la villa y cosas que tampoco me interesan. Al final me dice asi:
-con todo respeto, por que te vi medio paranoiqueado- no tenes un pase para convidarme, por que anoche estuve de gira y todavia...
No escuché nada m as de su relato, me arta que la gente me prejuzgue por mi aspecto de calavera, si hubiera tennido tubo fluorescente se lo daba. le dije que sabía donde conseguirla y lo lleve por esa calle que huele a muerte y que termina en el cementerio y cuando no hubo nadie como lo preví intento asaltarme con un tramontina.
Esa noche volvi mi refugio, saciada mi sed de muerte pero no de venganza. Le di una cucaracha a mi lagarto y y me recosté y observé una mancha en el techo que se parecía a la virgen de Guadalupe. El ardor de estomago vuelve y tengo ganas de llorar por que nunca nadie me ha querido jamas.
Logoston09 de diciembre de 2010

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