Un día estás tan tranquila en tu casa y te pones a mirar el móvil. Descubres mensajes de hace años que te escribías con tus amigas, fotos que no te acordabas de ellas, pero de repente te encuentras algo que te recuerda a ese chico por el que tanto sufriste y del que inevitablemente te acuerdas con la mínima cosa. Recuerdas todos los momentos que vivisteis juntos, aunque fueran pocos siempre los recuerdas como algo bonito e inolvidable. Te das cuenta que por cabezona y testaruda lo perdiste y ya no puedes hacer nada por remediarlo. Ya no hay vuelta atrás, tienes que aceptar los errores cometidos e intentar olvidarte de él, cosa que no es fácil ya que ves fotos suyas con alguien y lo primero que piensas que le podías estar acompañando tú. Lo mejor que puedes hacer es vivir tu vida y si en ella tiene sitio esa persona especial te volverás a encontrar con él, pero si no tendrás que saber vivir.

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