Te busqué hasta el último rincón del mundo, pero aun así me ganastes en el juego del escondite, ¡vaya! si que eres bueno jugando entonces.
Volví de nuevo a la realidad rendida. Pero entonces él apareció de lejos, corriendo para no dejarme escapar, él.. tan brillante , tan alegre, tan enamorado, con una sonrisa de oreja a oreja.
Mi corazón dio un vuelco, mi adrenalina dijo ¡ ves! ¡corre! y mi cabeza enloqueció.
Amor, se llama amor, ahora lo sé. Dios! como me gusta esa cara de risueño, ese gesto suyo, como una mueca.
Me encanta, como me coge de la mano dulcemente y me acerca a él despacito muy despacito sintiendo que nos ahogamos ,como me gusta él , entero, me besa y caigo rendida a el.
Desde entonces no hay día que no me acuerde de todo esto, no hay día que no piense en él, porque lo ama hasta el último rincón de mis entrañas, porque si no somos dos no es amor.
Y después de tanto tiempo puedo decir que un año a su lado, es más que increible.

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