Mister Mojo Raisin
Caigo del cielo,
me pierdo.
Ultimo cruzadas,
me encuentro.
Intento plasmar lo que sé en mapas.
Le doy a cualquier tonto la razón.
Defiendo mis ideas sin espada o capa.
Escribo, por escribir, sin inspiración.
Tartamudeo por alguien.
Por alguien que no sé quién es.
No creo que me haga bien,
escatimar en ayuno,
sumar uno más uno
que me salgan tres,
y dejarlo estar
por querer pensar,
que si no lo ves,
no existirá.
Juego rimando,
peleo y no gano.
Espero de nuevo,
gano y no he peleado.
Tú lo has visto,
tú, mi juez.
Mi testigo abandonado.
Tú, sed,
necesidad, búsqueda.
Canción abierta de puertas.
Mina de oro para creyentes.
Camino de zarzas ardientes,
trono vacío de monstruos
que luchan por ser el regente.
Vitamina de mi negro oficio,
caramelo sin nicotina.
Vis cómica de Picio,
loba anticapitolina,
remunerado servicio,
deus ex machina.
Isla demencial,
carácter descarnado,
billete sin retorno.
Hierro del fondo del horno.
Devaneos de un final,
sin hallazgos, sin pasado,
sin nada que declarar.
Y trafico,
porque así se ha de hacer,
y delinquiendo tipifico,
cada acto novedoso.
Trabajo más insidioso,
nunca habré de tener.
Pues otra es mi vocación.
Soy bueno escribiendo,
o eso quiero creer.
Hora de pasar a la acción
pues quizá lo que estés leyendo,
carezca de inspiración.
