Quizás
Tu nombre casi es poesía.
Y si quieres que sea yo
de los dos, el último que ría,
beberé de tu barril de alcohol,
pondré a prueba mi hombría.
Perfeccionaré mi rol,
cantaré al nuevo día.
Cambiaré el anticuado amor,
por dosis de sexo y empatía.
Vestiré las rutinas que ya no quieras.
Exprimiré el zumo de tus vicios.
Solaparé el brillo de mis ojeras.
Apostaré nuestro seguro vitalicio.
Aguantaré sin invertir en quimeras,
aunque me siga rentando beneficios.
No me fugaré con cualquiera,
aunque puede que esperes
a alguien que no espera.
Olvidaré quién soy,
pero recordaré quién eras.
Deseo, por si me voy,
que avives llamas imperecederas.
Jugaré a jugar con tu mirada.
Que la eternidad haga el resto.
Ni una opinión sesgada,
ni pensamientos funestos
podrán separarme de ti,
cuando con tus tenues gestos
trasciendas, el alma, por fin,
de este poeta molesto;
si tu nombre casi lo es,
no necesito ya nada.
Me retiraré, descortés,
y publicaré mi vida privada.
Me voy, pero ¿volveré?
Mi historia no está fechada,
ni mi fuerza calculada,
siquiera para correr.
El hoy es el ayer,
el camino, donde vas.
y el mañana...el quizás.
