Debajo de la tinta se oculta un porvenir incontrolado.
Cuento con los dedos de una mano muerta
los recovecos imposibles de mi alma,
que calla,
que blasfema
en su silencio violado hasta el extremo.
No hay vida que valga la arena,
no hay muerte que prive de la cal
a un crematista obsesionado
con todo lo que a otros les da igual.
Cabalgo a lomos de una tregua desbocada, deslomada
del trote a marchas forzadas
que provoca mi ansia largo tiempo
postergada.
Rompo entre delirios
la diástole del péndulo
que
obliga
a mi respiración
a
acompasarse.

Pataleo contra obsesiones del pasado que aún llegan tarde
al encuentro de mi juicio.
Vuelvo también tarde
a casa,
madrugo y no me encuentro.
Qué fútil tormento, piensa Caín.

En mi locura encuentro mi sinrazón de ser.
Sin embargo, en tus reproches
encuentro todas las putas
y tristes noches
en las que no quisimos beber.

Llora al unísono de mis versos, si quieres,
porque nunca estaré tan vivo
como cuando me escondo
entre los placeres conocidos
que este viejo mundo ofrece.

Odio a gente que no merece el esfuerzo. Pero no escribo versos para ellos. La prosa les basta, que se jodan.

Soy cada vez más fuerte, cada vez más sabio.
Y quizá cada vez más muerdo,
más siento,
más labio.
Soy la cuerda floja, la mano que camina,
la lengua que tropieza, la pierna que patina,
la piel roja, soy la fortuna tras la esquina.

¿Quién soy?
Qué importa.
Lo único que es cierto
es que sigo aquí.

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3 Comentarios

• 

  Danae

  Rompo entre delirios
  la diástole del péndulo
  que
  obliga
  a mi respiración
  a
  acompasarse.
  
  Luko, me alegra volver a leerte. Veo que no has perdido ni un ápice de tu fuerza expresiva.
  Lo importante, verdaderamente, no es lo que somos, sino que seguimos aquí ...
  Un abrazo inmenso

  11/08/15 11:08

• 

  Voltereta

  La poesía es singular y sin embargo tú la construyes en plural, he llegado a ti a través de una amiga y la verdad es que me parce que te tengo que leer más, me recuerdas a mi paisano, Sabina.
  
  Un placer leerte.
  
  Un saludo.

  07/09/15 10:09

• 

  Sandor

  Rompo entre delirios la diástole del péndulo queobliga a mi respiración a acompasarse...Eliges la diástole y no la sístole, elección no fortuita.
  Gran poema
  Carlos.

  01/10/15 12:10