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El Primer DÍa Del Resto de mi Vida [capitulos 3]

CAPITULO III ¿Y cómo es él?
No recuerdo la hora pero supe, nada más despertar, que aquella mañana era diferente. Me despertaron los rayos del sol colándose por mi ventana y ese olor característico que solo hace en mi pueblo en verano, olor a mar, a playa. Y de repente algo me sacó de mis pensamientos y quitó de mi cara esa leve sonrisa que aparecía cada vez que recordaba lo que me gustaba el verano, mi móvil estaba sonándo, fuera.

Oí como mi madre lo cogía, odiaba que lo hiciera y cuanto más lo odiaba, ella más lo hacía y siempre repetía >, nunca lo era.
Pasos y más pasos que se pararon delante de mi puerta. Un leve movimiento con el pomo de la puerta y ya estaba dentro.

– ¿Hija estás despierta?- aunque sabe de sobra que cuando hace esta pregunta siempre estoy despierta.– Te ha sonado el teléfono móvil y como anoche lo dejaste olvidado en el salón lo he cogido por si era importante- lo que os he dicho antes de lo que es importante o no- Era tu amiga Isabel que dice que si bajas a la playa-.
- Vale mamá muchas gracias ahora enseguida la llamo.

- Isa, soy yo. Siento lo de antes pero es que anoche me dejé el móvil en el salón y ya sabes como es mi madre. Me ha dicho lo de la playa ¿quieres que bajemos?-.
- ¡Que playa ni que niño muerto! Solo ha sido una excusa para saber de ti, necesito saber con pelos y señales todo lo que pasó anoche con Fran.
- ¡Ay Isa! No pasó nada te lo prometo-. Aclaré yo algo avergonzada.
- Bueno es igual quiero saberlo todo con pelos y señales. ¿Quedamos y nos tomamos algo?
- Venga vale, todavía no he desayunado nada.
- Te doy 30 minutos para que te arregles, nos vemos en el bar de Ricky.
- ¿30 minutos? De acuerdo pero no te prometo puntualidad, nos vemos ahora.

El bar de Ricky era uno de esos bares que perfectamente en una película española puede pasar por un antro del más estilo oeste, pero a nosotras nos encantaba allí habíamos reído, bailado y llorado y Ricky siempre nos había comprendido.
Hay personas que por casualidad aparecen en tu vida y una de ellas fue Ricky, lo conocí una mañana de lluvia, me pidió prestado un euro para el autobús > me contó que había llegado de Argentina no hacía mucho y que su sueño era montar un bar country en la ciudad. No tenía nada que perder, pues ya lo había perdido todo, aunque esto realmente no viene a cuento por lo menos en este capítulo…

Recuerdo que fue uno de los días que más rápido me arreglé y salí a la calle, el bar de Ricky solo quedaba a dos calles desde mi casa y al volver la esquina allí estaban mis tres amigas esperando noticias frescas.

Se podría decir que soy una persona extrovertida, cuando quiero, mis amigos dicen que se me nota en la cara cuando le doy el visto bueno a una persona o por el contrario cuando no quiero ni que se me acerque. Aún así conservo mucho las amistades, me gusta cuidar a los que me cuidan a mí, pero de todas mis amistades tengo cuatro que son como mis hermanas.

Mis tres locas, nos conocemos desde el parvulario y jamás nos hemos separado. Cada una somos buenas en lo nuestro por ello creo que nos llevamos tan bien. Ana es la sensata, la que nos da siempre los buenos consejos, jamás blasfema, siempre controla que no perdamos los nervios y que nos comportemos bien en cada una de las ocasiones, vamos es nuestra mami. Isa es diferente amante del rock y de los líos, no sé cómo se arregla pero siempre está metida en alguno, mantiene una relación de “amor-odio” con Raúl, el hermano de Fran, digo amor odio porque dos días están felices y otros dos no se pueden ni ver, pero así son ellos. Teresa es la dulce, la enamoradiza, la mejor amiga que puedas tener, siempre está dispuesta a todo si necesitas algo y ella lo puede conseguir, no te defraudará. Y por último estoy yo… a mí ya me conocéis o por lo menos me conoceréis un poco más a lo largo de todo esto, vosotros juzgareis como soy, porque ni siquiera yo sabría describirme adecuadamente.

– Buenos días- me dijo con tono chulesco.– Ya era hora de que aparecieras, empezábamos a desesperarnos.
- Perdón he venido lo más rápido que he podido. – dije yo disculpándome.
- Bueno venga dejaros de chácharas. Cuéntanos. ¿Qué tal anoche? ¿Qué tal con Fran?- me preguntó Ana.
- Se os veía tan bien…- apuntó Teresa.
- Callaros y que lo cuente. Venga María cuéntanos todo.
- Ante sus comentarios reí escandalosamente.- Chicas sois súper graciosas no recordaba estos momentos. Bueno, a ver, por donde empiezo… Nos fuimos a tomar algo con algunos de sus amigos y luego me llevó a casa.
- ¿Y?- apuntó Isa.
- Como que ¿y? – conteste yo
- Pues eso que, ¿Qué más pasó? ¿Te dejó en casa y ya está?
- No, antes estuvimos hablando. Estuvimos más de una hora charlando en su coche. Charlamos de todo de él de mí. Estuve muy a gusto. Y bueno cuando ya me iba pues…
- ¿¿¿Qué??? Dijeron todas al unísono.
- Pues nos besamos, fue un beso sin importancia. Los dos estábamos a gusto y queríamos hacerlo.
- Ohh – suspiró Teresa. - ¿Y ahora qué? ¿Habéis quedado?
- Bueno a ver qué pasa, me dijo que me llamaría hoy para hacer algo.
- Tía te estás colando por él. No corras tanto amiga mía y piensa las cosas dos veces. – me regañó Isabel.
- Isabel tiene razón María. – continuó Ana. – Acuérdate de lo mal que lo has pasado con Pablo. No queremos volver a verte así.
- No tiene porque pasar lo mismo Ana, no tienen porque ser iguales y además porque me lo recuerdas… Os juró que ayer durante esa hora que estuve con él asolas no me acordé de Pablo ni un minuto, era como si hubiese desaparecido de mi vida.
- Pues ojalá amiga mía, ojalá. Yo si todo esto sirve para que te quites a ese capullo de la cabeza, bienvenido Fran y todos los que vengan como él. –reflexionó Isa.

El pitido de mi teléfono móvil nos devolvió a la realidad de nuestra conversación sobre los planes que haríamos ese verano y tras él las caras de mis amigas cambiaron y en ella se imprimió una gran sonrisa. Lo fuerte es que mi estómago empezó a revolotearse y empecé a notar unas cosquillas propias del primer amor, que tonta estaba siendo. ¿Realmente podía estar ya enamorada de un chico al que acababa de conocer? ¡No María! Tú no eres así aterriza a la tierra que la vida no es tan bonita como nos la pinta mamá en los cuentos no existen las carrozas ni los ratoncitos parlanchines todo se convierte en problemas y en gente opinando a tu alrededor.

- ¿Es él verdad? – me preguntó Teresa haciéndome levantar la cabeza de mi móvil.

Ante su pregunta solo pude asentir con la cabeza, pues no podía hacer nada más después de lo que acababa de leer.

- ¿Y qué te dice? – continuó Ana.
- ¿Nos lo vas a leer o no? ¬– prosiguió Isa.
- Es que no puedo. – dije yo medio sonrojada.
- Está bien, yo lo leeré. – dijo Isa quitándome el móvil de la mano casi sin darme cuenta. – Madre mía, este chico está loco por ti...
- ¡Pero que dice! – dijeron las demás al unísono.

“Hola princesa ayer estabas más guapa que ninguna estrella. Ayer un ángel me robó el corazón y ahora no es mío sino de él.
Cuento las horas para verte, te estaré esperando en el faro a las 18h no me falles princesa”
Lulacatula14 de julio de 2014

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