Fuiste manantial de agua clara
donde, por las gargantas
baja el fluido de las promesas por cumplir
Torronteras de compromisos sin cargo

“Jamás te olvidaré”
- te prometí -
Pero jamás es una palabra tan larga
que su tinta envejece antes de ser completada

Una cadena de estaciones oxidan mi tren
Torpes vagones que gota a gota
se pierden
en un laberinto de neuronas
cansadas de tanto viaje
y polvo de desiertos desalmados

La ventanilla muestra muchos árboles vencidos
Cobijo de la hoja nueva, ayer, y caduca, mañana

La brisa de tu nombre
ya no mueve las espigas de mi corazón
El viento de las horas
redondea cada arista de lo que fue

Se borraron las huellas
y el sabor de las lágrimas
en el poema que te escribí

Nada de tu rostro, tu pelo y tu cuerpo
me era ajeno
Ahora no sé si eres tú
o el recuerdo de otra mujer
a la que vi pasar y olía a ti

Las mariposas de mi vientre
hibernan y abandonan sus alas
en la oficina de objetos perdidos

La memoria naufraga
en el instante en el que alcanza el mar
la fuente de los recuerdos

Me persigue el olvido
Cuando me atrape, no recordaré
haber jurado
que jamás te olvidaría

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2 Comentarios

• 

  Mejorana

  Nada es para siempre, Lumino, todo tiene que acabar para que todo comience y pueda nacer.
  Todo es uno y lo mismo.
  Buen poema.
  

  17/06/15 01:06

• 

  Lumino

  Gracias por tus palabras, Mejorana. Me gusta mucho este poema. Si quieres puedes escucharlo con mi voz en esta dirección. las fotografías que salen en el vídeo son mías, así como la obra que muestran. https://www.youtube.com/watch?v=zssrAjQS3wc

  17/06/15 09:06