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¡¡liberadme!!

Miro el reloj otra vez. 03:28. Suspiro...ya van seis veces que lo he mirado y que marca lo mismo. Estoy desesperada por dormirme. Dormirme y desaparecer de esta habitación fría y vacía. Respiro hondo y giro sobre un lado y miro la pared. Intento cerrar los ojos. Nada. Vuelvo a girar sobre mi misma y hundo la cabeza en la almohada. Intento calmarme, relajar todo el cuerpo. Solo consigo desesperarme otra vez. Giro de nuevo y me quedo mirando una vez mas ese estúpido reloj que se burla de mi. Un minuto. Solo ha pasado un minuto. Aprieto los puños con fuerza. Vuelvo a relajar las manos y giro. Esto es horrible... El techo no me va a dar ninguna respuesta. La frustración me inunda el cuerpo y una lágrima se desliza rápidamente por mi mejilla. Solo es agua. Pero me quema la piel. Me la seco con más rapidez aun de la que ha caído. Yo no lloro. Las lagrimas solo dan muestras de debilidad. Yo no soy débil... no lo soy. A mi lado suena un suave pitido que indica que son las tres y media. Tengo que intentar dormirme pero no puedo. Me pongo de rodillas y miro a través de la ventana de mi habitación. Pero en realidad esta a apenas diez centímetros del suelo exterior. Entonces veo unos grandes ojos azul eléctrico. Son grandes e hipnóticos... pero terroríficos. Un escalofrío me recorre el cuerpo y me hecho hacia atrás aterrada pero sin apartar la vista. Esos ojos... esos ojos fríos pertenecen a una bestia tan aterradora como su mirada muestra. Es un lobo. Uno enorme. Su pelaje color azabache resplandece con el reflejo de la luna que brilla intensamente en un cielo oscuro plagado de estrellas.
Ha vuelto. Vuelve una noche por semana. Nunca el mismo día pero vuelve. Se queda sentado mirando por la ventana. No intenta atacar. No araña, no gruñe. Solo me mira imperturbable. Viene desde hace años y siempre hace lo mismo. Me alejo e la ventana y espero a que se vaya. porque él no puede estar ahí. Es imposible. Tiene que ser solo un producto de mi imaginación. Pues "nadie entra, nadie sale". Es me quedó claro cuando era pequeña. Vivo en casa de una mujer horrible. La casa está fría y vacía al igual que mi habitación. Todas las habitaciones son iguales... La casa está rodeada de un jardín descuidado. Lleno de hierbas altísimas. Y todo está rodeado de árboles aún más altos y espesos. Y cuando crees que no puede haber nada más detrás... ves un muro inmenso de piedra.
No puedo hacer nada aquí encerrad. Por los días llueve y por las noches hace un frío tan intenso que es imposible salir de la casa. Pero aunque saliera, ¿cómo podría ver el mundo', ¿Cómo podría traspasar el muro para vivir mi vida?. No puedo. Por eso ese lobo no puede existir. No puedo. Por eso ese lobo no puede existir. No puede estar ahí.
Pero por primera vez me acerco a la ventana y pongo una mano en el cristal. La retiro rápidamente. Está helado. La vuelvo a poner y aprieto los dientes aguantando el frío. Quiero una reacción por parte del animal. Y la condigo. Poco a poco se levanta. Se acerca más y pone las zarpas encima del cristal como si quisiera tocar mi mano. Como si quisiera tocar mi mano. Suelta un lastimero aullido como si llorara. Rápidamente se da la vuelta y desaparece entra las hierbas. Me es imposible ver por donde se va. Vuelvo a tumbarme en la cama. Entonces oigo ruidos en el pasillo. Se oyen la botas de un cazador. Es el marido de la mujer. Rápidamente me deslizo bajo las mantas. Y un segundo después se abre la puerta. El hombre se asoma. Cree que estoy dormida y vuelve a cerrarla. el matrimonio no son mis verdaderos padre. Tengo vagos recuerdos de algún tiempo más lejano. Recuerdo unos tejados recortados por una hermosa y brillante luz. Recuerdo una voz dulce que me cantaba una alegre canción... pero no recuerdo nada más. Ahora solo se que estoy en esta casa. Privada de la luz del sol y del conocimiento de una vida propia. Privada hasta de la cultura. En esta casa apenas hay libros y aunque hubiera más no serviría de nada. Nunca me enseñaron a leer. Apenas se los números, y la hora la se por el horario estricto que me impusieron. Si me lo saltaba, no comía. Y sé la edad que tengo porque me recuerdan mi cumpleaños cada año de una forma irónica y perversa que hace que me asalte la ira de nuevo. Cada año me hacen un regalo... un regalo que no puedo utilizar. una vez me reglaron una blusa preciosa pero tan fina que no podría ponérmela con el frío que hace aquí siempre. Otra vez un libro... sin imágenes ni nada para recordarme que soy una inculta y que nunca sabré leer. Y eso cada año. No es justo... no lo es.

Son las 07:0. Me despierta el estruendo del reloj. lo apago de mal humor. Anoche debí quedarme dormida sumida en mis patéticos e inútiles pensamientos. Para que soñar con mi libertad si no consigo nada. No voy a cambiar nada por enfadarme. Me visto rápidamente con unos gruesos pantalones. Una camisa que me queda varias tallas grandes y unas botas desgastadas. no tengo mucha ropa bonita como la de la mujer de la casa que siempre son elegantes. Casi toda la heredo de su marido. voy hacia la cocina tengo quince minutos para coger el desayuno. si llego tarde el desayuno habrá desaparecido. Sobre la encimera veo un vaso de leche y cuatro galletas reblandecidas. Las miro con pena pues en ese momento llega el olor a café recién hecho y llega el olor a café recién hecho y bollos calientes que estarán desayunando en el estudio.
Como todo lo despacio que soy capaz pero no hay mucho con lo que alargarme.
Vuelvo arrastrando los pies a mi habitación para sentarme y prepararme para ver llover toda la mañana. Pero antes de llegar me para una figura alta enfundada en un caro vestido y que calza unos zapatos con lato taco de aguja. Dejo de mirarme los pies y alzo la mirada. La mujer me devuelve una mirada sin sentimiento alguno.
-ven conmigo.- me dice con una voz tan glaciar como su mirada.
La sigo escaleras arriba hasta el estudio. Es una sala entera de madera. Tiene una preciosa chimenea de piedra. Algunas estanterías con escasos libros y una mesa ancha en el fondo donde reposa su sustancioso desayuno. Pero lo que llena toda la habitación son los trofeos disecados del hombre que se sienta a la mesa. Podría ser la habitación más agradable de la casa si no fuera por esos ojos sin vida que te vigilan continuamente. Cuando entro la mujer se pone detrás de su marido y este se dirige a mí.
-Bueno días- me dice con una voz burlona que ya me indica que no serán buenos para mí- hoy a la noche viene Phil. Cenaremos con él. Durante el resto del día te estarás preparando para su visita. Estate de nuevo aquí a las doce en punto de mediodía para comenzar los preparativos.- hace un gesto con las manos para indicar que ha terminado y que me puedo ir. Salgo del estudio y me dirijo con rabia a mi habitación. Me siento en la cama y me vuelvo a levantar. Paseo furiosa por toda la habitación. Golpeo furiosa la cama y solo condigo hacerme daño. Al fin me calmo y me siento. otra vez. Phil es un chico apenas un año mayor que yo. Pero ya me inspira miedo. Está blanco como un muerto. Tiene una sonrisa siniestra. Y sus relucientes ojos verdes me indican cada vez que me mira que no puedo fiarme de él.
Lo peor... es que tengo que casarme con él. Viene desde hace años. Tengo que soportar su asquerosa actitud mientras me mira sin escrúpulos cada parte de mi cuerpo. No quiero que venga. No. Ya soy mayor de edad y creen que debo casarme. Y me niego. No quiero pasar a estar encerrada en una casa bajo el control de un hombre a estar encerrada bajo el control de otro hombre. No es justo. Mantengo los puños con tanta fuerza que sangro. Me levanto. Cojo una chaqueta de cuero mal oliente que apenas me abrigara mas que la camisa que llevo. Me dirijo a la salida y abro la puerta. Apenas he salido y la lluvia ya me ha empapado. Pero me da igual. Camino hasta un trozo en el que el tejado sobresale un poco y me pego a la pared. El viento revuelve mi pelo y la lluvia cae con tanta fuerza que siento como si me arañara la piel. Pero allí tengo yo un secreto. Lo único que ha conseguido que me alegre un poco. Es un pequeño ramillete de flores azuladas con algunas pintas moradas. No entiendo como pudieron salir aquí en medio de este vendaval tan terrible. Pero resisten y me gusta verlas crecer y que no se marchiten. Me dan fuerzas para seguir porque si ellas pueden, yo también. Me quedo un rato mirándola. Viendo como se agitan debido al viento y como las gotas recorren sus delicados pétalos. Cuando siento que ya no puedo soportar más el frío me levanto y vuelvo a la casa. Voy a la habitación. Son las nueve de la mañana. Todavía queda mucho para las doce así que me cambio. Pongo la alarma del despertador e intento dormir lo que no dormí por la noche.

Suena el despertador. Lo miro desconcertada un momento y luego recuerdo lo que tenía que hacer. Así que subo las escaleras con cara de sueño y llego al estudio. Estoy a punto de entrar cuando oigo una palabra de la conversación “lobo” y me detengo. En vez de tocar en la puerta, me acerco lentamente a ella e intento escuchar todo lo posible.
-… escapo otra vez entre las hierbas- decía el hombre.
-¿Cómo?- decía con exasperación la mujer.
-No sé, es demasiado rápido yo no…- intentaba excusarse el hombre pero la mujer empezaba a gritarle.
-No quiero excusas, ese animal lo va a echar todo a perder. Conseguirá un reacción por parte de ella y entonces… ¿Qué?- la mujer gritaba y golpeaba la mesa.
El hombre seguí intentando excusarse. Y la mujer seguí gritándole. Pero yo ya no escuchaba. ¿Qué significaba lo que había oído?, ¿habría alguna esperanza de escapar si vuelvo a ver el lobo? Los pensamientos fluyen por mi cabeza demasiado deprisa, pero me obligo a concentrarme en lo que venía a hacer, porque pienso que ya pasa bastante rato de las doce y no les gusta que sea impuntual. Así que toco a la puerta.
-Adelante- Me dice la voz de él desde el interior. Y yo entro.
-Esta noche es muy importante. Así que te irás a prepararte con Marina y a las siete tienes que estar preparada para recibirle. Te puedes ir. Y recuerda, tienes que hacer cualquier cosa con tal de agradar a nuestro invitado.
Me giro hacia la mujer y esta agarrándome del brazo me conduce hasta el baño.
Va a comenzar una larga y tediosa sesión de belleza. Suspiró pero pongo al cara más vacía de sentimientos que puedo.
-Tienes cinco minutos para ducharte- Me dice Marina y se va del baño. Esta es la única parte que me gusta. No suelo tener muchas oportunidades de tomar duchas calientes y eso me alegra. Así que me meto en la ducha y disfruto del agua caliente recorriendo mi cuerpo. Sin embargo no tengo mucho tiempo y empiezo a enjabonarme todo el cuerpo rápidamente. Estoy a punto de lavarme el pelo cuando entra Marina con un enorme bote de color verde y un peine en cada mano.
-Déjame a mi- y empieza a masajearme el cabello con el champú y ha desenredármelo con el peine. Enseguida el ambiente se llena de un fuerte aroma que me revuelve el estómago.
Tienes que repetir varias veces el proceso de enjabonar y peinar hasta que le pelo me queda totalmente liso.
Luego salgo de la ducha y me entrega una toalla para queme seque y ropa interior nueva y muy bonita. Lo que me hace tener un mal presentimiento.
Luego me entrega una bata y bajamos a comer. Una vez terminada la comida vamos a mi habitación. Una vez allí, me entrega un vestido violeta claro y me ayuda a ponérmelo. Es muy bonito. Ajustado en el busto resaltándome el pecho. Me deja los hombros al descubierto y luego vuelve a taparme los brazos con unas mangas igualmente ajustadas que me llegan justo hasta las muñecas. Ceñida a la cintura llevo una cinta muy suave de un color violeta más oscuro.
Y luego el vestido se ensancha hasta el suelo. Es bonito pero lo miro con disgusto porque no presagia nada bueno.
La tarde continuó con un complicado peinado, maquillaje, manicura y un montón de ejercicios. Unos dolorosos para aprender a andar en tacones y luego otros aburridísimos que ya me conozco sobre modales a la mesa y como hablarle de manera respetuosa a un “caballero”.
A las siete suena el timbre y me estremezco. Voy a abrir la puerta y me encuentro en frente de una silueta terrorífica. El hombre se adelanta unos pasos y me deja verle bien a la luz . Sus ojos verdes me recorren ávidamente y yo me paralizo. Se me acerca y me saluda con dos besos. Yo le devuelvo el saludo con una cortesía demasiado fría y superficial.
Nos sentamos a la mesa.
Yo no tengo otra alternativa que sentarme junto a Phil. El cual se dedica toda la cena a intentar meterme mano por debajo con disimulo por debajo de la mesa. Aparte de eso la cena transcurre sin más incidentes.
Luego nos dejan solos y la situación se vuelve más violenta. Él se acerca y empieza a acariciarme las piernas hasta que sus manos llegan a mi pecho. Me alejo rápidamente pero él se vuelve a acercar y me agarra. Intento escapar pero no puedo. Empieza a bajarme el vestido y yo me revuelvo y le doy un puñetazo. En la cara. Este mal humorado me lo devuelve y me susurra a oído:
-Pienso volver pequeña- su voz es maliciosa y la piel se me pone de gallina.
Sin embargo no dice nada más. Se despide educadamente y de un aparente buen humor y mis dos cuidadores se quedan bastante satisfechos creyendo que todo ha ido perfectamente.
Subo a mi habitación con la mayor naturalidad posible pero una vez allí, lloro. Lloro como no he llorado desde hace mucho tiempo.
Es medianoche y no me he dormido. Pero tampoco me he movido. Ni siquiera me he quitado el vestido. Entonces oigo un ruido en la ventana. Miro el cristal y los veo. Veo los ojos azul eléctrico que me miran fijamente. Pero esta vez no tengo miedo. Aunque me pregunto que hace aquí. Nunca viene dos noches seguidas. Aún así, su presencia esta vez me tranquiliza su presencia. Entonces se gira pero no desaparece entre las hierbas de nuevo. Toma la dirección de la puerta principal. Y yo corro hacia allí. Nadie me oirá. Los dos únicos habitantes aparte de mí que hay en la casa, se están emborrachando con fuertes licores pensando que esta noche han triunfado. Eso me enfurece más y corro más deprisa hasta la puerta. La abro con una llave que hay colgada al lado y salgo. Están tan seguros de que no puedo escapar, que puedo salir por la puerta cuando quiera.
Veo el lobo y lo sigo. Me estoy helando pero no me importa. Cada vez corre más deprisa y tengo que esforzarme por seguirlo. Llego hasta la línea de árboles ya cada vez me cuestan más ver al lobo. Entonces llego al muro y he perdido completamente de vista al animal. Me quedo quieta y confusa. No se que hacer. Me estoy congelando. Miro por donde he venido pero no veo el camino que he seguido pues una niebla densa lo cubre todo. Me estoy poniendo nerviosa. Si no encuentro la manera de salir de aquí moriré de frío. Ya no siento las manos ni los pies. Me siento los labios, el pecho y la garganta doloridos. Me abrazo y froto los brazos intentando entrar en calor. Pero no sirve de nada.
Me apoyo en le muro y me dejo caer. Me hago un ovillo. Empiezo a tener sueño, los ojos se me cierran, y quiero dormir. Apoyo una mano en el suelo buscando un buen sitio donde apoyar la cabeza y dejarme llevar. Pero consigo encontrar lago mejor. Debajo de la hierba hay madera no tierra. Eso me da esperanza. Con gran esfuerzo empiezo a apartar todas las hierbas y encuentro una amplia trampilla de madera. Veo una pequeña hendidura. Meto en ella la mano y tiro. No se mueve. Tengo los dedos entumecidos. Pruebo de nuevo esta vez con más fuerza. Consigo levantarla un poco. Con cuidado introduzco las manos debajo y empujó hacia arriba. Veo unas escaleras y decido bajar por ellas. No sé adónde llevan pero ningún sitio puede ser peor que este. Y si lo es, no me importa. Será distinto y esa suerte me la habré buscado yo. Mientras pienso esto he llegado a un túnel. Lo sigo. Parece que camino durante horas. Al fin, consigo ver unas escaleras que suben. Subo ya cansada y calada de frío hasta los huesos. Se me están agotando las fuerzas. Salgo al exterior y veo un bosque enorme. Tengo miedo. ¿Y ahora que hago? ¿Dónde estoy?
Giro sobre mi misma intentando encontrar una salida pero no veo nada. Estoy otra vez sola y rodeada de árboles.
Entonces oigo ruidos cercanos y me giro. Veo aparecer una figura alta. Está completamente vestida de negro y una capucha le tapa la cara.
Se me acerca. Quiero alejarme pero no puedo. YA no me quedan fuerzas. Entonces el desconocido se baja la capucha y eso me deja ver un atractivo joven. Su cara es amable. Tiene el pelo negro revuelto y unos intensos ojos azules. Se quita la capa y me envuelve con ella. Enseguida entro en calor. Me tiende la mano. Se la cojo temblando. Me fallan las fuerzas. Entonces me abraza y yo me desmayo. Y me dejo llevar a un mundo nuevo. A una vida nueva.
Lyricrebe14 de julio de 2012

9 Comentarios

  • Lyricrebe

    Quiero dejar una pequeña dedicatoria a una persona muy especial. Él lee todos mis textos a pesar de que no le gusta mucho leer. Y conociéndolo sé que este se le habrá hecho muy largo.
    Desde aquí le quiero darle las gracias y dedicarle un gran beso.
    Eres el mejor =)

    14/07/12 07:07

  • Elmalevolico

    APLAAAAAAAUSOS!!! Hola Rebe!, Mis más sinceras felicitaciones por tu nueva historia, en efecto, un lobo es mucho más que colmillos y mucha hambre. Quiero suponer que habrá una segunda parte y tal vez una tercera ¿verdad? No te preocupes por lo extenso del texto, si esto lo ponemos en papel, apenas y tiene el tamaño de un capitulo de novela. Lo del chico joven suena algo tópico, pero eso le dará mucha trama y éxito entre las chicas jejeje

    Te mando un abrazo y nos seguimos leyendo. Saludos!!!

    14/07/12 08:07

  • Nereael

    Rebe, a mi se me ha hecho un suspiro leerlo, porque pronto me he quedado enganchada con la historia.
    Saludos

    14/07/12 08:07

  • Lyricrebe

    David!! Me alegra recibir tus comentarios como siempre. Al principio no tenia pesado escribir mas parte de la historia y asi dejarlo en suspense. pero cuando lo termine me quede pensando que hay muchas preguntas sin cerrar y que podria busarles respuesta. Tienes toda la razon en papel no es ni un capitulo. Y lo del hico joven se ue es u topico pero para que la histoia me quede realista intento conectar con lossentimientos del protaonista y para ello siempre me inspiro en algo que me pase a mi
    Un saludo!!

    15/07/12 12:07

  • Lyricrebe

    Nereael me agada que te guste y te haya enganchado pretendia eso y no sabia si lo conseguiria.
    Saludos!!

    15/07/12 01:07

  • Lyricrebe

    Democles!! Muchas graias por dedicarme un ratito. Y si te ha esuldo entretenido tanto mejor.
    En absoluto me lo tomo como una crtica. Odavia estoy aprendiendo a escribir y leo mucho intentando aprender de otros grande escritores para poer enconrar mi estilo propio.
    Un saludo!!

    15/07/12 01:07

  • Liriko

    Estuve deseando leer este texto y en cuanto termino mi castigo me lo lei rapidamente.El otro dia tuve un torrentazo de inspiracion y escribi un breve texto sobre un lobo cuando cuelgue todos mis proyectos atrasados colgare ese,espero que te guste.Yo tambien estoy ansioso por leer el 2 capitulo.Un beso Rebe.

    19/07/12 06:07

  • Lyricrebe

    Bueno tarde mucho en escribirlo a ordenador pero las palabras casi me salían solas cuando lo escribí al principio. Trabajare en el siguiente pero creo que tardare.
    un beso a ti tambien y con ganas de leer tus proximos trabajos

    24/07/12 11:07

  • Liriko

    http://tustextos.com/liriko/en-busca-de-una-vidapara-lyricrebe/

    27/07/12 12:07

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