Ya es tiempo de crecer, de dejar atrás esos miedos, esas tristezas, esas heridas.
Ya es tiempo de aceptar los errores, de perdonar, de dejar el orgullo.
Ya es tiempo de vencer, de triunfar, de pelear.
Ya es tiempo de olvidar.
Sin embargo, sé que no puedo hacerlo.
Las emociones contradictorias revuelven mi corazón, y me pregunto una y mil veces: ¿Cómo sé que ya es tiempo? ¿Cómo puedo yo saberlo?
No me siento lo suficientemente segura para hacerlo ¿Eso es buena señal?
Es momento de encontrarme con el alma que convive en mi cuerpo y dejarla respirar, dejarla vivir, dejarla ser. Pero ¿Cómo sé que es el momento?