No digas eso,
a ese hombre lo quiero,
viviré a su lado.
¿Ya lo olvidaste madre?,
a ti también te advirtió la abuela,
pero tu seguiste con papá.
Sonríe al recordar,
una lágrima resbala por su cara,
evocando a su gran amor.
El que su vida llenó,
un mundo para ella construyó,
y ella tanto amó.
Ven aquí, mi bella rosa,
se fue la niña traviesa,
ahora soy una mujer enamorada.
Como tú,
elegí con quien compartir mi camino,
pero siempre estaré cerca de ti.
Magda Lluna