Deje caer las pesadas valijas sobre el suelo cubierto de mosaicos tan relucientes que parecían haber sido limpiados treinta veces. Mi cara estaba llena de antipatía hacia el mayordomo quien me dejo cargar con todo mientras estaba muy ocupado tratando de hacer a su sonrisa aun más detestable.

-Bien les diré al señor y a la señora que ya est-

Antes de que Gabriel pudiera terminar con esta frase una sirvienta se acercó a su oído y le susurro algo.

-Entiendo-exclamo-lamentablemente el señor no se encuentra en este momento y manda sus más sinceras disculpas-

-Como siempre…, en verdad no esperaba verlo-interrumpió Lucia-

-Es una pena ya que él era el mas interesado en conocerlo señor Marcos-se lamento poniendo una expresión decepcionada- Iré a buscar a la señora…Por favor esperen aquí y pónganse cómodos-dijo esto y luego se perdió entre los pasillos que le seguían a las escaleras.

Entonces nos quedamos solos en medio de la inmensa sala, de solo ver los lujos que adornaban este cuarto me imaginaba a mi madre con su bolso remendado tratando de esconder lo que pudiera tomar sin que nadie la viera, recordando esto advertí jamás traerla conmigo aquí o si la traía, vigilarla bien.

Mire a Lucia y trate de expresarle mi sorpresa al ver lo grande y hermosa que era su casa pero unos incesantes gritos infantiles me interrumpieron.

-Lucia! Lucia! Es Lucia!-decían-

Me voltee a verlos y efectivamente eran un par de niños. Una niña pelirroja de ojos color miel, y un niño con el cabello también rojo pero con menos intensidad que el de ella.

-Mateo, Mary!-los llamo Lucia- Mira Marcos! Ellos son Mateo y Mary y son…-se quedo en silencio por un momento y luego dijo:-son unos niños que mama adopto hace mucho…

-Usted debe ser el novio de Lucia ¿no?-pregunto la pequeña-

-S-si así es…-les respondí con nerviosismo (si así me ponía ante unos niños ¿Cómo se supone que enfrentaría a mi suegra?)- y ustedes se llevan muy bien ¿he?-dije al ver que estaban tomados de las manos-

-Claro! Ya que nosotros estamos comprometidos igual que ustedes-afirmo con entusiasmo-

-Ma-Mary! No digas esas cosas tan abiertamente!-reclamo el niño sonrojado-

-Co-comprometidos?-pregunte sorprendido-pero no son ustedes hermanos?...

-No! No somos hermanos…nosotros somos-

-y ¿Cómo han estado?-pregunto Lucia impidiendo que la niña siguiera hablando-

-Bien! Muy bien ¿sabes? Ya cumplí once años y Mateo los cumplió hace tres meses-

-Ha ya están grandes, muy grandes-decía mientras les acariciaba la cabeza-

Lucia se veía tan feliz, tal vez venir a su casa no fue tan mala idea después de todo, quizá el motivo de sus preocupaciones fue solo una tonta pelea con sus padres y su familia en realidad era muy buena, pero…

Todas esos pensamientos se esfumaron con lo que vino después.

Mientras observaba la acogedora escena de mi linda novia jugando con esos adorables niños dos voces entraron en mi campo auditivo. Una sonaba muy madura y elegante:

-¿Lucia? Has vuelto…de verdad has vuelto…-dijo controlado el entusiasmo-

La otra sonó mas aniñada y caprichosa:

-Así que volviste después de todo-

Lucia, que había estado sentada sobre sus piernas se levanto y se giro hacia las propietarias de esas voces…

Allí de pie delante de nosotros estaban dos muchachas, una tenia el cabello largo y ondulado acomodado con una traba, sus ojos eran de un color celeste mas obscuro que los de Lucia y aparentaba ser unos dos o tres años mayor que ella, la otra era claramente una adolescente, lo supe por que traía el seño fruncido, principal característica de todos los chicos que entran a esta etapa de rebeldía y mal humor, su cabello estaba atado con una vincha de tela y era de color negro azulado ( me recordaba a mi hermana que una vez se había teñido de ese color) cruzaba los brazos con disconformidad mientras nos miraba con sus claros ojos celestes iguales a los de Lucia.

-Y bien… así que este es el tipo por el que piensas destruir la tradición familiar?- soltó esta frase inesperadamente y me golpeo en lo mas profundo-

-No seas grosera Mery!-reprocho la muchacha de apariencia mas sofisticada, entonces camino hacia nosotros manteniendo la espalda recta y la expresión pacifica- Es un gusto conocerte cuñado…

“¿Cu-cuñado?” pensé y aunque no lo vi mi cuerpo de seguro comenzó a temblar.

-Mi nombre es Sofía y soy la hermana mayor de Lucia, esta pequeña es Mery, la tercera hermana, tiene quince años, como ves esta en esa edad, por eso te pido que la disculpes…

La pasividad de su voz y la amabilidad en sus gestos la hacían aun más hermosa de lo que ya era…

Así que se trataba de las hermanas de Lucia, ahora que lo pienso tienen ciertos parecidos. Sofía era bastante agradable, pero con Mery pensé que me costaría un poco entablar una buena relación.

Hasta entonces no lo había notado pero Lucia no les dedico ni un “hola” a sus hermanas a pesar de que no las veía desde hace tiempo (bueno yo también me sentiría algo incomodo si mi hermana le dijera a Lucia lo mismo que Mery me dijo a mi) pero aun así me preocupaba su escalofriante calma.

Sofía, con su nada forzada sonrisa, se giro hacia Lucia quien continuaba con esa irregular seriedad en su cara.

-¿No estas feliz de verme hermanita?-le pregunto-

Pero no consiguió respuesta.

-Bueno entonces ¿Qué les parece si nos vamos todos a la sala principal?
Mama de seguro esta allí esperando por nosotros…-dijo inesperadamente al ver que su hermana no le hablaría por mas que insistiera-

“sala principal? ¿Cuántas salas hay en esta mansión” en mi casa apenas teníamos un comedor que serbia para almorzar, estudiar, ver la tele, tomar el te, recibir amigos y hasta avécese funcionaba como dormitorio para las visitas y aquí había una sala para hacer cada cosa.

Seguimos a Sofía por un pasillo y llegamos a un cuarto con varios sofás que se veían realmente cómodos, los enormes ventanales estaban cubiertos con cortinas color oro y los demás muebles brillaban de limpieza.

-Tomen asiento-invito amablemente-

-Gr-gracias-respondí aun nervioso-

-Realmente queríamos conocerte Marcos, mi hermana escasamente nos dijo que eras su novio...Dinos mas sobre tu vida…-ínsito Sofía mientras se sentaba-

-B-bueno yo tengo veintiún años y estudio profesorado de letras junto con Lucia, justamente nos tomamos estos tres meses de vacaciones para conocer a su familia y emm-

“Dinos sobre tu vida” dijo ella, pero esto sonaba más a una improvisada presentación en un casting para un aburrido realiti-

-Cuéntanos sobre tu familia…-interrumpió mi pobre dialogo con esta petición-

“bueno mi familia es increíblemente pobre e increíblemente miserable. Mi madre se roba las bandejas de sándwiches en las fiestas infantiles, mi padre lleva treinta años de depresión (casualmente el mismo tiempo que lleva de casado con mi madre) y mi hermana mayor entro al mundo del modelaje donde se volvió muy famosa y cada vez que tiene una entrevista niega tener cualquier tipo de vinculación con nosotros” realmente no puedo decirle eso!

-Somos muy unidos…-escape de la pregunta con esta frase-

-¿En que trabajan tus padres?

“mama piensa que el trabajo es denigrante para la mujer (prácticamente pasa sus días pegada a la ventana escuchando las peleas de los vecinos) y papa es orientador vocacional (o mejor dicho desorientador vocacional)” tampoco puedo decirle eso!

-Mama da todo su ser a la mantención del hogar y papa ayuda a jóvenes estudiantes a encontrar su vocación en la vida- otra verdad embellecida-

-Maravilloso- rio encantada-

-Dime ¿tienes…-

-Ya fue suficiente de preguntas- reprocho Lucia-

-No seas tan amargada hermanit-

-Disculpen la interrupción…-la voz de Gabriel cayo a todos-

“¿de donde salió?” me pregunte…

-La señora ya esta aquí…-

El sonido de unos tacones chocando contra los finos mosaicos al ritmo de unos elegantes pasos hiso eco en mis oídos y aumento mi nerviosismo.

-Ma-mamá…-note un temblor temeroso en la voz de Lucia-

-Así que después de desaparecer por dos años…finalmente muestras tu cara otra vez Lucia-dijo una voz femenina pero igualmente firme.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos