Bajo el peso de la noche,
bañada en perfumes de silencio,
Mi alma languidece de ausencias
y remadores labios suspiran,
abrazo tu nombre en un aire íntimo, reverberado ,
Rescatando el olvido
Deste minucioso mutismo
que mi sombra desnuda.
Empecinada y absurda
Convoco la palabra,
al pensamiento solitario
como un poema aplaudiendo sus tristezas
frente a un reloj alejado de la nada
Palabras que inventan tu presencia
En donde se escapa el olvido
Hacia profundos e inhóspitos mares
Como un manojo de palabras
En la tramposa noche breve
entretejo tus recuerdos,
Bestias desbocadas lanzan resplandores insólitos
entre armonías perdidas
en el fuego fatuo
donde se destilan mis dolores
Germiné en este espacio vacío.
Con vano esfuerzo
como agua insolente te cruzas en mis sueños,
desenrollando el cordón de un dolor
que muerde en el todavía,
mientras yo sigo,
en laberintos de acuartelados dientes
cociendo estrellas