-Pero ¿por qué no quieres bailar tu canción?
-Estoy ocupada.
-Sólo miras hacia la ventana, bastante distraída de hecho. ¿En qué estas pensando?
-No lo sé, no molestes.
-Bueno sacaré a alguien más a bailar.
-Sí, hazlo.
Oye, ¿qué celebramos? Que ya puede masticar el niño. ¿Por eso es que todos se mueven como zombies? Sí, mira cómo se tambalean como fuera de sus cuerpos. ¿Y quién es el de las grandes orejeras negras? El taquero. Cierra los ojos y mira. ¿Quieres limón en ese trago? ...camaleón... ¿qué? El niño se meó en los calzones; en un año celebraremos que ya hace en el meadero. YMCA baila.
-Ya te dije que no quiero.
-Bueno por lo menos ahora me miras, esa canción ya la tocaron.
-¿Por qué la mirada triste?
Producción en masa, números que son nombres, nombres que son números, fórmulas, tierra, campo, tiempo y el conejo de Alicia. Hay mucha luz. Ponte los lentes. Nunca me los quito; ellos tampoco, y los suyos son aún más oscuros.
Producción. Máquinas, gases, glotonería. Tienes la cara abierta como las alas de esa mariposa, te ves linda. Suena tu celular. Vé por tu mamá. Aquí estoy. Suena tu celular, contesta. Observo el muro. Flaca... ¿Qué? Nada... Flaca, quiero un beso; acércate.
No estés jugando. Alguien toca la ventana. Que no molesten. Hace tiempo, no importa a dónde mire.
-¿Quieres ir adentro?
-Vamos juguemos con tus carritos.
-Oye viejo... te quiero.
