Abandonada en la caricia,
peregrina tu boca por mi piel
desnuda de la tarde.
Me recorre de sur a norte
y es gemido a dos voces.
Tu latido vertical ancla,
en el punto equidistante de mi ombligo,
vértice del encuentro ancestral
de tu cuerpo con el mío
y se adormece en la calma
que prosigue al remolino.
De acuerdo con José María, pero no nos dejes descansar, compártenos todo lo que puedas, siempre es bonito encontrar versos como los tuyos que nos produce remolinos de emociones y evocaciones y luego adormecemos en calma.
Un abrazo ¡hermoso!
Hola Mariella. Me he dado una vuelta por tu poesía y la encuentro realmente poseedora de un fino erotismo. También me gusta el ritmo que le imprimes a tus versos. ¡Enhorabuena!
Un abrazo Flacco
Guachhhh!!! como escarpias se me han puesto los pelines. Genial, genial. Afortunado aquel mortal que reciba tu calma, esa que a de morir en el remolino...... ayyyyy que suerte joér... jeje
precioso amiga, precioso
Mare:
He quedado atrapado en ese remolino de pasión. Cuando empieza el momento del amor es inevitable escapar por eso es mejor anclar en la piel del ser amado.
Un gusto leerte.
Pd. Gracias por colgar mi escrito en tu página de facebook, me puedes dar la dirección.