Vuelve.
Quisiera que tus besos secos me recorran una vez más. Quisiera que tus caricias ásperas me llenaran de suavidad. Quisiera que tus ojos taciturnos me desearan sin vacilar. Quisiera que el pasado pase diferente; que el hoy no sea como hoy.
¿Cómo, por tu ausencia, el sol puede dejar de calentar? ¿Cómo puede el mundo terminar con sus paisajes que antes alegraban el lugar? ¿Cómo la música escapa de mis oídos dejándome en silencio? ¿Cómo la luz se oculta de mi vista oscureciendo todo alrededor? ¿Cómo el destino juega su juego haciéndome perder con cada apuesta que doy? Me derrumbo en mi pesar porque las fuerzas no me dan para mucho más. Me rindo ante esta realidad, en la que ya no estás a mi lado, en la que perdí un corazón enamorado y optimista a cambio de uno destrozado en mil pedazos que se turba en su dolor.
Extraño tus miradas silenciosas, tu sonrisa contagiosa y tu seductora voz. Te extraño como al aire que le falta a mis pulmones, como a la sangre que dejó de correr por mis venas, como a la vida que se fue en tus pies. Si algún día miras hacia atrás, me encontrarás aquí, en el mismo lugar, en la misma posición, como una fotografía, esperando por ti. Aquí me tienes, en cuerpo y alma desangrándome a tus pies, aquí me tienes esperándote volver, aquí me tienes enamorada como solo Dios sabe que lo hago, aquí; por favor, ven.
