Querido Acompañante...
Cariño, se que me he ido, pero no por siempre. Esto tan solo son palabras para que te sientas más cerca. Bueno... Pues esto es todo. Esta es la casa. Espero que te guste, aunque está sin amueblar todavía, bueno, lo está mas o menos. En el armario blanco, ese tan grande, he dejado perchas vacías, para que puedas colgar tus ilusiones, donde te apetezca, no te preocupes por el espacio, se que tienes muchas que colgar, es todo para ti, y tambien hay algunas perchas para tus trajes. El baño... Bueno como ves, no es gran cosa. Ahí tienes dos esponjas, azul y rosa, no se cual te gustará mas. ¿Que te parece si dejas en aquel muebles del espejo tus cosas personales, entre los años que no sabía que te querría y los años en los que te voy a seguir queriendo? .
Como todo piso, también está la cocina, se que huele a un noseque que me recuerda a un "no te voy a dejar escapar". El frigorífico está vacío así que tendrás que hacer unas compras, no creo que te moleste. Luego el dormitorio, tamaño justo, como yo. Tan justo que no caben ni los engaños, pero sobra espacio para los besos de madrugada. Ándate con cuidado, como puedes ver mis pensamientos están por todo, no vayas a tropezar con alguno. Ah si! En el salón hay un baúl, no lo abras. Ahí guardo todos los recuerdos, no quiero que se escape ninguno! Cuando vuelva podemos hacer reforma si quieres, siempre y cuando me prometas que tendrás toda la vida, porque no será fácil. Como ya te he dicho hay rincones sin amueblar y alguna pared que sabe a despedida que habrá que tirar abajo. ¿ Todo entendido? No quiero dejar escapar ni un segundo a tu lado.
