No creíste en mis promesas,
pero si en las de un extraño que pasaba.
No bastaron mil te quiero,
No alcanzó con un te amo.
Jugamos a ver quien soportaba más la indiferencia,
Jugamos a lastimarnos un poco,
Sin darnos cuenta que poco a poco,
Fuimos olvidándonos el uno del otro.
Me enamoro demasiado rápido,
le doy mucho valor a lo cotidiano,
sueño con que despiertes algún día,
despierto y tu sigues en tus sueños.
Con gusto amargo y un dejo de angustia,
en un perfecto estado de impotencia y de soledad,
sin siquiera una expresión de tristeza,
descubro simplemente que me has dejado.