Y pensar que podía pasar horas enteras mirándote a los ojos,
acariciando tu espalda, uniendo los latidos de nuestros cuerpos.
Decirte hasta luego, era fácil sabiendo de tu regreso,
amarte a escondidas fue condenarme al infierno.
Ser libre de a ratos resulta complejo, abundan los tiempos.
Comprendo a lo lejos la sencillez de los problemas complejos.
Al despertar en la noche, suelo escribir sobre mis sueños,
reacciono tristemente, me quedo mirando el cielo.
La húmeda soledad de los espacios vacíos enfría mis esperanzas,
la oscura noche de invierno me invita a olvidarte,
a apostarle a la suerte mi felicidad en un bar,
a olvidar porque lloro, a tratar de volver a empezar.
Reconozco mis errores cuando es demasiado tarde,
aprendo a no lastimarte luego de haberte hecho llorar.
Me inspira la tristeza, me delatan mis poemas.
Melodía triste de mi corazón, ayer solo un sonido, hoy mi perdición.
