Curri y Canela
En la cocina, arropada de especias, tan sólo con el mandil puesto como te gusta tanto a ti, me disponía a picar cebolla. Como siempre, me provoca algunas lágrimas sin sentido, en ese momento note como tus brazos fuertes me abrazaban por detrás y tu miembro se apretaba contra mi cuerpo. Girandome de cara a ti, me secaste las lágrimas y me mordiste el labio inferior con ternura.
Yo, por supuesto, deje mi receta a mitad, ya que la cena podía esperar y cogiéndote del cuello te acerque hacia mi besándote, así de paso, te frotabas más contra mi cuerpo caliente.
Cada vez los besos eran más profundos y nos acaloramos,entonces te mire con maldad y te dije, "¿quieres follarme por detrás de cara a la ventana?". La ventana de la cocina, que estaba totalmente abierta y cualquier vecino curioso podía vernos, pero me daba igual, el mandil me protegía los pechos de las miradas indiscretas, pero la cara de salida que llevaba puesta no, claro...
Tú, colocándome en posición, cogiste mis pechos y pellizcaste mis pezones sin resentimiento, para después penetrarme sin compasión, cada vez más profundo. He de decir que en esta ocasión los preliminares no hicieron falta.
El sexo contigo siempre me ha hecho subir a la luna y,con espasmos, mis fluidos crearon cánticos vaginales que te hicieron sonreír picaramente.
Después me giraste y levantándome del suelo como si de una pluma se tratará y apoyando mi cuerpo en la pared de ladrillo volviste a penetrarme, estuvimos así hasta que los dos explotamos de gozo y acabamos en un abrazo, te mire, te bese y te dije...¡te quiero!
