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Grupo Omega - Parte 16/16

por gente de poder, gente que busca salirse con la suya, gente desgraciada que solo crea estas leyes para protegerse de los estratos bajos.
-Martina… te has lucido… no sé qué decir…
-gracias Will… parte del jefe sigue conmigo.
-de hecho Martina… el jefe vive dentro tuyo aun.
De pronto, el último cayó al suelo. No se escuchaban más pasos.
Al salir por la puerta y notar que no había nadie, excepto una pila de gente sin conocimiento. Soltaron las armas y escarbaron la nieve, buscando al caído.
Eva salió, corriendo. Se lanzo al suelo y escarbo, la ansiedad mezclada con los nervios volvían sus movimientos torpes. Sintió algo duro, y lo desenterró de la nieve, arañándolo con sus uñas heladas.
-¡es la máscara!
Todos continuaron escarbando, hasta que lo encontraron. Su aspecto frio y endurecido lo hacía parecer sin vida, pero la mano de su hija en su pecho noto el latido tenue, débil, de su padre.
La llevaron arrastrando dentro, y guiados por el científico, lo dejaron en la cámara de criogenización con total cautela.
Su cuerpo blancuzco, revestido con su equipo de protección blanco, parecía una sola cosa. La mayor parte de la metralla dio en la mochila de filtrado de aire. Tras reemplazarla, no hallaron ningún cuerpo extraño ni perforación en la carne, pero su estado vital latente no mejoraba la condición.
La máscara le ayudaba respirar, mientras estuviera conectada al tubo de oxigeno y al equipo de respiración asistida. Uno de los científicos se acerco.
-se ha salvado de milagro… verán, estará a salvo y con vida dentro de esta sala, recostado en este lecho. Lo monitorearemos constantemente, pero sean pacientes, una mala descongelación podría matarlo definitivamente.
Eva se acerco al cuerpo débil, y lo acaricio.
-no vemos dentro de algunos años… papá.
Lo beso en la frente y se alejo, frente a Martina.
-el confiaba mucho en usted, Entonces creo que yo también lo hare.
-te cuidare a ti y a él, nos quedaremos aquí…
El científico interrumpió.
-perdonen, pero se tienen que ir ahora… hay que empezar el proceso de conservación.
Ambas se retiraron. Todo el equipo, detrás del vidrio de esa habitación blanca, pura, observaba. El hombre salió, cerrando con llave la puerta. Esta se cerró herméticamente, y en el altavoz, el mismo técnico hablo.
-temperatura acercándose a la optima…
Las rosas que la hija había dejado dentro del jarrón se deprimieron, al congelarse.
-temperatura de crio-recamara en su punto óptimo. Control del sujeto iniciado… pulsaciones… normal… respiración… normal… luz verde el nivel de oxigeno…
Caminando hacia la sala de control, el mayor planeaba su próximo movimiento, rodeado de todos los ayudantes, de los agentes de campo, y con Eva e Ingrid a su lado.
-la primera idea que teníamos era de criogenizarlos para despertarlos cuando se necesitase. Pero debido a los hechos nuevos, hay un cambio de planes. La inquisición esta aquí conmigo ahora, Acaban de llegar. Cuando estén aquí vamos a organizarnos.
Los pasos pesados se acercaban. Luego, se asomaban tres sombras ruidosas. Y en la sala entro el capitán junto a dos agentes.
-Ejecutor presentándose. Esperando órdenes.
-capitán, tiene nuevos miembros en la inquisición. Entrénelos como corresponde… alla afuera nos dan por muertos… y encargase de re-educar a los civiles de la puerta.
-orden recibida. Acompáñenme los nuevos.
Este se retiro junto a los uniformados. El mayor pensaba mientras observaba la pared, a lo que Eva se acerco.
-¿y yo que hago aquí?
Este la vio de pies a cabeza.
-eres muy joven para aportar por ahora. Sobrevive.
El altavoz de las instalaciones sonó nuevamente.
-finalizado conteo de personal: cincuenta miembros activos. Nivel bajo de avance.
Ella se alejo del mayor.
-espera hija… a lo mejor aprendas algo con los científicos.
La tomo por el hombro y la llevo a la sala de investigaciones. Martina observaba el monitor del jefe, controlando su corazón.
Todos tenían una tarea asignada, solo era cuestión de esperar. La luz de la sala se apago, y todos los monitores encendidos siguieron.
El entrenamiento de la inquisición era muy pesado, incluso para los más preparados. La frialdad en la toma de decisiones caracterizaba al ejecutor, quien controlaba las acciones.
Tras meses de encierro, incluso las mentes más fuertes sufren por el aislamiento. El agua y las provisiones abundantes aseguraría una estadia más que prolongada.
Las heridas cicatrizan, los cuerpos se reconstituyen, y las mentes se adaptan a la nueva hostilidad de afuera. El calor de las maquinas trabajando calienta las manos temblorosas de los trabajadores.
La munición se recuperaba desde los casquillos expulsados, fundiéndolos nuevamente. Y las noticias llegaban desde el exterior, mostrando un mundo liderado por la corona, un mundo que retrocedió en el tiempo.
Un mundo que regresaba… a la monarquía absoluta.
La historia nunca se deja de escribir. Siempre hay una idea que provoca un movimiento, que como una avalancha destruye y modifica todo a su paso, reordenando todo, tras el caos y la alteración de fuertes pilares.
La fuerza de los pueblos oprimidos… es el mayor temor dormido de los gobiernos opresores. Sus ondas expansivas provocan replicas, que despiertan a las ocultas bestias bajo el mar.
Quien controle el mundo, sentirá todo el peso de él en su cráneo.
Pero esto no es el final… es solo el comienzo de algo aun mayor. La nobleza en el sacrificio del jefe permitió algo aun más grande que el mismo preveía.
Quizás no se conozca su nombre y apellido. Quizás la memoria borre sus actos en el tiempo, pero el legado de sus acciones permanecerán en las raíces, Por la eternidad.
Me presento quizás como un ser omnipresente, un ser, cuya vida llega a su fin. Cuando hasta el último ídolo caiga, y la ultima bandera arda, también lo hare yo. Sentándome en la memoria como un mito, por el resto de la historia.
No deseo ser recordado por mis actos pasados, si no por los hechos que presencio hoy en día, y que con gusto, les daré a conocer.
Puedes suponer quien sea que yo soy, pero jamás te acercaras. La fuerza del universo todopoderoso estuvo bajo mi mando, y hoy la otorgo… a manos mortales. La humanidad aun es una plántula luchando por no ser pisoteada, por si misma.

Punto cúspide
Una sala oscura con una pequeña mesa en su centro, un par de sillas, y una puerta negra, inmensa, pesada, se abre, dejando bañar por un leve chorro de luz una silla, sobre la cual un hombre está sentado.
La persona que entra en cuestión es un hombre, vestido de traje y corbata. Trae consigo un expediente, un bolígrafo y un revólver magnum.
Quien está atado, también es masculino. Ha sido mencionado anteriormente, de hecho, pueden suponer que lo conocen por su personalidad mecánica.
El hombre de traje se sienta frente al sujeto atrapado. Aprieta sus secos labios, descascarados. Del expediente extrae una hoja en blanco y apunta “interrogatorio”, la fecha, y el nombre clave del sujeto.
Prendió la luz tras una orden. La sala se ilumino, llena de cerámicos negros, limpios.
-¿esta usted consciente de lo que acaba de suceder verdad?
-si… en realidad, lo estoy más que usted. He liberado al mundo del imperio.
-sus ataques de locura no le ayudaran, está rodeado usted por la armada y la flota más poderosa del mundo.
-no… estoy rodeado por los cretinos más grandes de la galaxia…
El hombre de traje se levante de la silla y se acerca lentamente al sujeto.
-por última vez, quiero que me diga para quien trabaja.
-información clasificada como NAPC.
-¿Trabajas para NAPC?... nacional… agencia… protección… corona… no.
-no… información no apta para cretinos.
Este golpea al encadenado, furioso.
-¡perdí mucho tiempo contigo! ¡tu intento por destruir la corona ha fallado! ¡y sigues siendo tan insolente!... seguro eres miembro de esa maldita resistencia, grupo de descerebrados guiados por fanáticos….
-disculpe, pero… usted no sebe nada de la alianza… ellos son mucho más que fuerte que la suma de todas las partes de ustedes, el imperio.
-¡deja de dirigirte a nosotros como si fuésemos un imperio!... ¡somos buscadores de la libertad!…
-no, amiguito. No protegen a la libertad… ¿Qué hombre vive libremente, teniendo que pagar tributo a tu decadente y consumidora corona?... probaron comer toda la torta, sin convidar a nadie, y quitando los trocitos a los que morían de hambre… ustedes no protegen la libertad… solo intervienen cuando hay algo de interés, algo que les favorezca…
-¡mentiras!
-el ser humano nace libre, amiguito. Atarlo a un estado es lo mismo que enjaular un pájaro tras despojarlo de su nido…
-la alianza se disolverá… no tienen los medios para obtener las cosas necesarias para atacarnos.
-de la misma forma podría decir que el imperio se desarmara si todos tiran para sí un trozo… como dice el dicho… el fin justifica los medios…
-¡basta de esta charla que se aleja de mi propósito! ¿¡Quién eres y para quien trabajas!?
-veo que eres lento para comprender… la alianza es mi dueña… nosotros protegemos las palomas blancas… no ustedes.
-no pongas la balanza a tu favor, estas presionando de un lado y lo sabes.
-… a nadie del “tercer mundo” pareció importarle cuando mi pelotón entro a sus países a fortificar la alianza…y sinceramente he estado en muchos países. Mis soldados hicieron la diferencia entre la vida y la muerte en casi todos los países del tercer mundo, y ahora nuestro virus se ha expandido tanto, que contamos con un potente ejército de aliados.
El hombre de traje saco una pistola y la apoyo en la sien del interrogado.
-voy a llenar las paredes con tus sesos palpitantes. Responde de una vez.
-tendrás que juntar los trozos de mi cerebro y analizarlo para saberlo. No diré nada.
El interrogante presiono con fuerza la pistola en la cabeza del sujeto. Una bala entro desde el techo, y quien estaba aventajado, resulto ser herido de muerte en el cráneo.
El interrogado rompió las cadenas de un solo tirón y miro hacia el techo. Este se desplomo lejos del, y bajaron hombres uniformados.
-¿capitán? ¿Es usted?
-si, agente rojo. Deme mi equipo.
-recibido, Negro-001.
El ejecutor se revistió con su traje de campaña, recibió su rifle MJ-43.
-¿ordenes señor?
-si, escocés. Hay que terminar el trabajo que empezamos.
Mastera17716 de octubre de 2014

1 Comentarios

  • Mastera177

    Entrega nuemero 16 de grupo omega. FINAL. P77-81
    se agradece inmensamente a quienes han leido la narracion.
    espero que el final les agrade. saludos cordiales, Master A-177

    16/10/14 02:10

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