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Grupo Omega - Parte 5/16

José abandono la cueva por la entrada sur. El teléfono estaba por sonar.
-¿alguien más quiere irse? ¿Quieren acompañarlo?
Nadie dijo nada ni se movió. El teléfono estaba sonando en ese momento.
-entonces estamos dentro de esto.
Edilberto se levanto y contestó la llamada. Todos miraban impacientes, luego, pudieron escuchar la voz por el altavoz.
-¿Ya os habéis decidido?
-si, contadnos todo.
-bien, genial. Pero tendréis que venir a Irlanda mañana mismo. Aterrizaran en el aeropuerto SC-PO192. Mañana a las seis de la mañana un avión a nombre de Isaac Newton les esperara en el aeródromo de oasis. Del alojamiento se encargan ustedes.
-de acuerdo, un reducido grupo debe quedarse por…
-sabemos de su oro. En dos horas llegaran maquinas para extraer esas estatuas. El dinero se les entregara cuando estéis aquí. El noventa por ciento para ser exactos.
-bien, el noventa por ciento de mil millones es una suma inmensa.
La llamada cortó repentinamente. Como era de esperar todos salieron de la sala a hablar mientras fumaban. Aun era temprano, por lo que se dirigieron a la boca de la cueva para esperar a las maquina.
-Martina, aquí estoy solo yo.
-esa grabación es oro macizo, jefe. Debemos llevarla de inmediato con los demás para evitar una guerra.
-nuestra charla puede ser interferida. Mejor voy para allá y hablamos en persona.
-hazlo rápido, aquí comienza a haber mucho movimiento.
Cruzar una sala vacía con sus ocupantes en la otra punta de la montaña no requiere mucho sigilo, por lo que salir corriendo y llegar velozmente al auto fue una tarea muy fácil.
-sácanos de aquí.
Para manejar con las luces apagadas y en silencio se requieren dos cosas: mucha paciencia y un visor nocturno. Rodearían la montaña por detrás y saldrían a la ruta atravesando múltiples caminos arenosos en medio del árido terreno. Una vez en la comisaria, comienzan a ponerse al día.
-nunca pensé que sería posible que dos grupos lejanos en distancia y en comunicación tengan justamente el mismo objetivo.
-no me sorprende. Los grupos separatistas de África, incluso en países saháricos y del sur, tienen fuertes conexiones entre sí por principios. La minoría logra estabilidad. –Mientras se sacaba el arma de la cintura-.
-¿a qué crees que se debe?
-porque en el campo de batalla todo se aleja de los principios y de lo ideal, solo eres tú y tu arma contra quien te apunte. Cada grupo tira por sus propios intereses, y es lo que hace que esa comunidad se autodestruya. –Se limpiaba la cara-.
-¿quieres decir que…
-si, el mundo es traicionero, lo siento. Cada uno vela por sus propios intereses, y si tienes una miga de pan, el de al lado ya piensa como quitártela, incluso si tiene el kilo completo.
-me consuela que no todo sea así. Los seres humanos también sabemos compartir. Estaba preocupada que te pase algo.
El dejo de limpiarse y la vio. Se quedo en silencio, y respondió.
-tienes razón, Martina. Siempre me resulto impresionante la capacidad de reconciliar que tienen ustedes, las mujeres. Pueden sufrir y dar vida como producto. Los hombres van a la guerra, matar a alguien sin pensarlo un segundo; pero ustedes pueden sacrificarse por sus hijos… eso es admirable en muchos sentidos.
-¿me estas esquivando el tema?
-no, para nada. Pero no tienes que estar tan cerca mío para sobrevivir. No quiero eso para ti.
- olvida lo que te dije antes –se acerco despacio – voy a sobrevivir a tu presencia, te guste o no. Voy a cuidarte hasta el final.
-Mar, espero que no te hayas confundido con algo que hice.
Ella se quedo callada mirando el suelo.
-no tienes nada de tacto.
Se alejo fríamente. Sin dirigir una palabra más. Sentada en su escritorio, comenzó a escribir. El jefe la veía trabajar tan seriamente. Dejo el rifle el armario y lo cerró con llave. Ya estaba cambiado y limpio, por lo que se aproximo a su ayudante.
-Mar… perdona. No fui nada suave. Nunca lo fui.
-lo dice el que pasa inaudiblemente una sala entera sin ser descubierto.
Volvió a su trabajo, escribiendo con furia. El la continúo observando.
-Mar, por favor. No actúes como niña.
Siguió ignorándolo, sin prestarle atención. Por ser demasiado directo, rompió algo. Las cosas no podían seguir de esa manera, por lo que tendría que pensar en alguna manera de arreglarlo.
Se dirigió a el armario de hierro, y saco su mochila negra. La abrió en una mesa de madera, antigua, junto a la ventana, y saco las piezas del arma, una por una. Comenzó a armarla, con cuidado de no romperla.
-si tuvieras esa dedicación con tus relaciones no estarías como estas...
Ahora el ambiente hostil seria un impedimento para el trabajo. Esa tensión aflojaba incluso a los más duros, Porque la tensión con un enemigo no llega a los talones a la pelea con un amigo. Mirando la mesa gastada, encontró la respuesta.
-Martina. De todas las personas que me ayudaron, la más inteligente eres tú. Me tienes bien informado de todo, siempre buscas más y más información útil. Y también estas preocupada por lo que me pase. No quiero perderte, por eso dije lo que dije, para protegerte de mí.
Los dedos detuvieron sus idas y vueltas, sus caídas y levantadas.
-eres una persona muy linda, una amiga infaltable, y una compañera de trabajo estimulante.
Ella lo miro, con las manos apoyadas sobre el teclado. Movió los labios lentamente mientras respondía.
-no me vas a ganar con piropos solamente… a decir verdad, solo te voy a castigar quitándote el premio que te ganaste dentro…
Una sonrisa al final de la frase termino de cerrar la reconciliación.
-que bueno que volvamos a ser amigos... He enviado el informe al cuartel para que nos envíen órdenes nuevas. Te luciste ahí dentro…
-¿Qué piensas que nos harán hacer?
-no lo sé, el más experimentado me lo pregunta.
Una llamada entrante interrumpió la charla, ambos tenían sus auriculares conectados al teléfono, por lo que hablaban en conferencia.
-Jefe, señorita Gómez, buenas noches.
-buenas noches, mayor.
-impecable trabajo de ambos, el grupo de genios y diplomáticos están analizando esos datos enviados. Relaciones internacionales cree que tendremos que actuar bajo líneas enemigas pronto para dar con Menéndez.
-¿Por qué es tan importante Menéndez?
-Fue un miembro activo de ADCAD, la mano derecha de José Fuentes estos últimos años, más discípulo que otra cosa.
-¿y qué relación hay con IRA?
-no tenemos idea por ahora, no puedo decirte en concreto. Pero parece que intentan un golpe de estado contra los ingleses.
-no serán aceptados por la gente de Inglaterra.
-exacto jefe, pero lo más importante serán las repercusiones. El simple asesinato de la familia real provocaría la rebelión de muchas masas inconformes, guerras civiles en muchos países de la unión europea. Los enviamos allí para pasar desapercibidos y espiar, por ahora, a los miembros de ADCAD.
-ahora dirigidos por Edilberto.
-lo conozco, es un primitivo con ideas imperialistas. Hay que enseñarle de que se trata la revolución de sus colonias. El líder anterior era un idealista en busca de la redención, muy valiente para declararse en contra de sus amigos, y más astuto para lograr ese perdón divino que busca. Aquí en Com.In.Se. Creemos que puede ser una herramienta muy útil para el propósito.
-¿el comando internacional secreto aceptaría un nuevo miembro?
-a ustedes los eligieron por ser lo mejor de lo mejor, no es nada fácil entrar, bien lo saben. Persuádanlo para que colabore, si resulta fiable y muy buen eslabón de trabajo, pediré al consejo que investigue su posible ubicación dentro. Les dejo los archivos de ambos en la red del comando. Los llamare en una hora máximo, para empezar a moverse. Corto.
Sacaron de sus oídos los auriculares y comenzaron a hablar.
-¿y Paula Di Sargenti? ¿Qué pinta en todo esto?
-la carta que encontraste estaba a nombre de Saúl. Si ella si suicido por eso… espera, me olvide de decirte: el forense encontró un implante en sus odios. Funcionan como unos auriculares indetectables. Emiten mensajes subliminales por radio de amplitud modulada, o am, y este aparato los sintoniza y los reproduce de una sintonía prefijada.
-Tenemos que encontrar esa antena y ver quien uso esa sintonía, pero el radio de estas es de kilómetros a la redonda, ¿Cómo damos rápido con esta?
-tengo los implantes, puedo conectarlos a una radio común y escuchar lo que ella escucha hasta su muerte. Puedo hacerlo en cuarenta y cinco minutos.
-hazlo, mar.
Sentándose frente a la mesa antigua y gastada de madera, y observando por la ventana la lluvia acariciando las hojas, y besando el suelo seco, el jefe percibía el fresco olor de las plantas mojadas y limpias, festejando por la nueva dotación de agua.
La ayudante trabajaba totalmente concentrada en la radio, desarmando piezas, quitando tornillos, soldando algunas otras piezas. Tardaría un buen rato en terminar, pero su gran habilidad con los artefactos eléctricos aceleraban las cosas.
En cambio, el miraba por la ventana, inmerso en sus pensamientos, en recuerdos y en cosas que iban y venían. Su apariencia dura, y hasta mecánica en un punto, escondía algo más dentro.
A menudo la memoria es fuente fiable de conocimiento. Justo cuando creías que la vida es simple y que lo que quedo en el pasado ahí se queda, te encuentras arañando la superficie, buscando algo que antes no viste, algo que en otro momento fue irrelevante, pero que ahora tiene un significado especial.
Muchas de las cosas que vienen y van son como ranas saltando en un lago. Algunas venenosas, otras amigables, saltando entre piedras alegrando el panorama, otras con colores llamativos, intimidatorias, letales. Estas ranas siempre tienen su opuesta.
La rana resignada se encontraba atrapada en un pote de crema con la más insistente, la más común y corriente de todas, tanto, que pasa desapercibido por su color verde.
Ambas se hallaban angustiadas dentro del pote, luchando por escapar. La más llamativa ceso al considerar la tarea inútil, deslizándose hasta el fondo. Su compañera, inmersa en el mismo problema, lucho contra su propio cansancio durante horas, moviendo sus patas, saltando, croando desesperada.
En un momento, sus patas comenzaron a sentirse pesadas, moverlas era más difícil y agotador que antes. Cuando estaba a punto de rendirse, comenzó a notar que podía moverse despacio, sin necesidad de saltar en vano, logrando salir de su problema caminando.
Es así como una misma situación puede significar un desafío para la rana insistente, o una condena de muerte para la otra, quien estaba desde un principio derrotada por si misma.

Mastera17723 de septiembre de 2014

1 Comentarios

  • Mastera177

    quinta entrega. paginas desde la 22 a la 26.
    con esta entrega se acaba el segundo capítulo. el siguiente sera mas tenso, pero no os adelanto mas que eso.

    Saludos, MasterA-177.

    23/09/14 06:09

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