Toto
Es enorme la habitación
en donde escribo
los dolores del alma
esa alma de resaca
en una noche de invierno y blues,
es casi la mancha
de tu sangre
en la almohada.
Paso mi mano
temblorosa
y dura como un diamante,
sobre la cama.
Hoy caminé por las calles
y los taxis bajaban por la avenida
como una procesión de hormigas
en busca de alimento,
y las almas bajaban la avenida
mas hambrientas que los taxis
o cualquier otra criatura
de la ciudad,
eran almas temerosas
y oscuras
convencidas en su interior
de la gran farsa
sabiendo que nada tiene remedio,
todas las religiones
sectas,
políticas de mercado,
todo un viejo cuento sin remedio
delegando sueños
a las nuevas generaciones.
El payaso Crazy
infla globos a los niños del Mc Donalds
mientras otra gente
tal vez este inflando forros,
y Crazy está como un bloque
de cemento armado
enfundado en un traje
un poco triste y gastado,
yo compro un sandwich
en lo de Isidro
y me apoyo a mirar la calle a través del vaso.
