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Una Parte Mas

La habitación no tenía tan mala pinta como ella pensaba. Las paredes estaban pintadas en un tono pastel, haciendo juego con los edredones y cortinas rojas, los cuadros que adornaban los muros de aquel hostal eran una copia mal hecha de las pinturas más importantes de los grandes museos del lugar, seguramente adquiridos en tiendas de poca monta.
-ven y mira el baño, esto si es ridículo. La bañera está roída y el water me recuerda a los de antaño.
-bueno Alba, por lo que nos ha costado tampoco podemos pedir más, cariño. ¿son solo dos semanas no?
-Alba agarró a Elena de la mano metiéndola en la bañera mientras la desnudaba apasionadamente. Abrió sus piernas de par en par haciendo que quedaran apoyadas en los extremos de la ducha. Pegó los labios a su hermoso cuerpo, inmaculado, bajando de sus labios a su ombligo y de su circulo naciente hacia su pelvis. Se acercaba sutilmente hacia los labios inferiores mientras absorvía el dulce néctar que emanaba de sus adentros. Como ocurría siempre, todo llegaba a su fin con un dulce gemido.
Alba abrió el grifo dejando caer el agua sobre Elena, ahora fria y marchó con paso ligero hacia la amplia Roma que se extendía ante sus pasos.
Se perdió en el parque, caminando ahora tras hora, hasta la mañana del día siguiente.
-¿donde estabas? no he dormido en toda la noche. Así lo denotaban las grandes ojeras que envolvían sus ojos, oscureciendo la fuerza de su mirada
-he estado pensando
-pensando y bebiendo. no te entiendo, pasas del amor extremo hacia el desinteres más desinterezado, deberías tratartelo
-si, tengo muchas cosas que tratar. no quiero que te quedes aqui, vuelve a Rocca Priora con tu familia que deben estar preocupados por tu ausencia. ¡por favor, que a penas has cumplido los 20 años! ¿qué te pasa por la cabeza estúpida niña? ¿qué me está pasando a mi, intentando ser feliz con una niña mal criada que quiere abandonar el mundo y a quienes le rodean por capricho?, dijo Alba, hablando ahora para si.
-te define la inestabilidad, esperaré dos horas hasta que cambies de opinión como siempre haces. ven, sientate conmigo, me apetece ver una película.
Alba caminó lentamente hacia donde ella se hallaba, se sentó a su lado, dandole un beso en la mejilla.
-Ele, te quiero. sé que haces grandes esfuerzos para poderte entenderme, pero, creo que te estoy fastidiando la vida, cariño. entiende que me estoy buscando y no tengo fuerzas ni ganas para pensar ahora en ti también, porq no hago más que pensar en mi y en lo que sucede. me entorpeces el camino aunque haya sido dulce por el momento, pero mañana querré irme y será todo más dificil.
por el rostro de Elena se filtraban las lagrimas cada vez más espesas.
-sabía que llegaría este momento, lo temía. desde que mis ojos se encontraron con los tuyos lo supe.
Menta06 de julio de 2009

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