Un sueño, se oculta en mil latidos,
el tiempo despeja al amor,
el amor enamora al tiempo,
sin resaltar los efectos de su rumor.
Alumbran los detalles que enmarcan mi piel,
que dan vida y sueltan mis latidos,
se escapan, aún no lo creo por el destino,
los sentimientos en pasado, muy queridos.
Resuelve el rompecabezas de tu amor,
pues el tiempo se encargó de dispersarlas,
solo tengo una pieza abandonada,
el destino ha tratado de juntarlas.
Porque llegaste una vez a mi ser,
envolviéndome en el ritmo de tus palabras,
me enamoraste hasta el fondo de mis ojos,
tus caricias no dejaba de soñarlas.
Ahora veo, tienes un nuevo amor,
yo respeto tu nueva relación,
quizás mis mariposas ya no envuelven tu piel,
todas murieron hambrientas de ilusión.
También me dijiste que me amas,
a pesar de las dificultades del ayer,
no puedes tener dos amores a la vez
porque no existen dos lunas en un anochecer.
Según muchos, revelas tus caricias,
si supieran una vez, el silencio fue historia,
gritaba más que nuestros latidos condenados,
amarrados en recuerdos en llama aleatoria.
Cuidado te enredas en tus confusos latidos,
porque no te he conquistado más allá del cielo,
aunque tu corazón dice que aún me amas,
no eres la dueña de tu propio anzuelo.
(Julio 2011)