TusTextos

Muerte P*ta

Prefiero tu suspiro mucho más que a la sirena.
Pregunta: ¿Por qué le habrán puesto sirena?
Que pena recordar a la sirenas cada vez
que pasan los bomberos o la poli o la ambulancia

El viento oscuro de la noche y los que atestiguaron el impacto se arremolinaban en corro alrededor.

Ambas bicicletas estaban en estado inutilizable, aunque no eran lo único desvencijado y roto: del cráneo de uno de los que yacían tirados nacía un reguero espeso de sangre que emergía igual que la vida que hacía poco lo abandonaba para no volver.

El primero intentó incorporarse, aunque lo único entendible en su voz era el dolor de haber sido lanzado varios metros; 52 ojos le observaban sin que a alguno se le ocurriera responder al impulso de auxiliarle: para eso llegarían los ambulatorios, para evitar contactos innecesarios o posibles contagios de desgracia. El primero se arrastró hacia el otro y comprendió que cualquier impulso sería inútil: no era necesario haberse sabido en la escuela en lugar de recolectando calor acuñado en árboles amputados para entender que para tamaña herida no habría después ni tardes etílicas para presumir ese día como un casi. La impresión en seres blandos provoca ese estado de laconismo indiscutible en que tanto toda palabra como todo pensamiento se disuelven ante la fuerza de la imágen que se proyecta delante.

Lo apremiente de la situación hizo que los minutos transcurridos entre la huida del implicado y la llegada de esos hombrecillos que reparten socorro y negligencia fuera menor a la media hora acostumbrada; llegaron para agregar más densidad al aire viciado de mirones, mostraron todo su tacto al tratar al herido como a muerto y al segundo como objeto inanimado.

...una figura -ojos desorbitados, llanto sin lágrimas, gritos sin voz- se acercaba a la par que me iba a casa.

-mi hijito... mi hijito... (es lo que los movimientos en el aire por su prisa me hicieron escuchar).

Los vehículos, solo hambrientos de devorar distancias, no comprenden ciertas razones. Se marchaban dejando una estela de ese polvo tan propio de la ruralidad de mis orígenes.
Mergoleth17 de mayo de 2008

1 Comentarios

  • Abyssos

    Los vehiculos, hambrientos de devorar distancias, y el asfalto sediento de sangre... a mi me gusta conducir rapido, jamas ebrio, solo en linea recta y en lugares solitarios, para evitar que mis ansias de velocidad atrapen a alguien mas.

    Buen escrito.

    27/05/08 02:05

Más de Mergoleth

Chat