TusTextos

Ese Dios Llamado Final.

La Bibliame contó que Dios nunca perteneció a este mundo ni nunca quiso pertencer.

Y yo que me lancé en plena desnudez al agua de Junio olvido el sermón como forma de vida.

Es probable, solo probable, que haya una respuesta lejos de casa. Lejos de mi casa.

Pertenecer puede no importar nada. Pertenecer, puede llevarte al sometimiento de unas leyes mal fijadas.

Y qué es mi cuerpo, sino un par de leyes clavadas como instintos que me atan a las necesidades de lo efímero.

Debe haber algo más, algo más... Algo más.

Los que vagan errantes, en forma de hadas, al final no encuentran conjuro posible ante lo más atroz.

¿Qué es lo más atroz de mis días? Un final.

El final es eso incierto que en su certeza te corta las alas y te dice que ya todo acabó.

Acabó ese corto periodo en que te dotó de razón y te soltó en su laberinto.

Tú escogiste el camino, de un modo u otro.

O fe o razón, o miedo o esperanza.

Descansaste tus pies heridos en cualquiera de aquellas alternativas.

Y luego, desapareciste.

Como cualquier otro.

Dejaste ese hogar tan cuestionado, tu cuerpo.

Y te perdiste bajo tierra alimentando a una manada de bichos.

Y te perdiste en la luz del despertar encontrando la gracia de la esfera.

Y te pediste en lo negro.

Y te perdiste en lo blanco.
Mi3huella03 de junio de 2011

3 Comentarios

  • Mi3huella

    Gracias!

    04/06/11 04:06

  • Agora

    sorprendente y buenoooo! un alegrón poder leer algo así!

    16/06/11 01:06

  • Mi3huella

    Un alegron? el tenerte por aqui!

    17/06/11 05:06

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