Voltereta
Nunca se dice adiós a quien se ha querido, simplemente "hasta pronto". El epitafio es un lugar equidistante entre la vida y la muerte, un lugar de encuentro entre quien se aleja y quien espera el reencuentro. La tumba es un simple lugar de descanso, que acoge al guerrero después de un sinfín de batallas y el visitante de tal lugar, es alguien en busca de la fortaleza que se encuentra en el saberse realmente vivo.
Creo que la verdadera vida, se encuentra en el punto de intersección de ambos mundos.
Un texto muy interesante, desde mi punto de vista.
Un saludo.
19/05/13 06:05