No sabía lo que era la felicidad hasta que él apareció en mi vida. Es increíble como alguien puede llenarte completamente. Antes me sentía incompleta, triste, y estaba sola. No me reconozco, algo ha cambiado en mí. Cada día al despertar lo primero que se pasa por mi mente es su sonrisa, esa que tanto me gusta. Cuando no está a mi lado tengo la sensación de que algo me falta. Le necesito cada segundo de mi vida, así como sus abrazos, caricias y besos. Esos abrazos que me levantan el ánimo. Esas caricias que erizan mi piel. Esos besos que hacen que me falte el aire por unos instantes... No se que haría sin él...