-Oye, tengo que decirte una cosa.
+Si vas a insultarme una vez más, prefiero que no me digas nada.
-No, no es eso. Quería decirte que te quiero….
+¿Te estás burlando de mi? Si hace una hora te estabas riendo de mí delante de todos tus amigos, lo único que sabes hacerme es daño.
-Lo siento, no era mi intención…, yo tan solo quería ser algo en tu vida, que te fijaras en mí, y lo había probado de todas las maneras y nunca lo hiciste, y creí que insultándote sería la única manera de que me prestaras atención.
+Pero….
-Sí, lo sé, no era lo correcto, pero cuando quieres a alguien no sabes la de tonterías que puedes llegar a hacer.
+Entonces….
-No, no pienso de ti todo lo que te decía, todas las cosas que te he dicho solo eran palabras, pero te juro que yo no pienso esas barbaridades de ti, te pediré las veces que haga falta perdón, pero por favor créeme, ponte en mi lugar….
+Te voy a ser sincera, yo, al principio te odiaba, pero con el tiempo, te fui cogiendo cariño, y te empecé a querer, pero siempre me ha podido el rencor, me has hecho mucho daño en todo este tiempo….
-¿Me quieres?
+Sí…
-Entonces, ¿ahora cuál es el problema?
+El único, principal y poderoso problema de ahora es mi orgullo, lo siento, si me has hecho daño una vez, podrás hacérmelo dos veces.
-Pero….
+Adiós, no lo hagas más difícil….

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