Sonríe, Sin Motivo
Y llega el día, en que sonríes sin ningún motivo, en que te cansas de buscar razones para estar triste y decides ser feliz, y te preguntarás, ¿por qué? y al querer responder no encontrarás respuesta, porque, esta no es la pregunta, la pregunta es: ¿por qué no? ¿por qué no olvidarse de los errores que has cometido, de las cosas que has perdido, de las promesas que no has cumplido, de las verdades que no has dicho y de las mentiras que has gritado? Parece difícil, pero llega un momento en que si no avanzas, el pasado te atrapa. Está en tus manos buscar nuevos motivos por los cuales sonreír, demostrar que has aprendido la lección. Tan solo tú eres quien se ha de levantar del suelo, sacudirse el polvo y curarse las heridas. Porque, al fin y al cabo, no podrás borrar lo que has hecho, pero si que puedes dibujar lo que harás, lo que realmente quieres hacer.
