Sin Título.
Quizás sea de la forma más extraña, la situación más rara o incluso con el menor tiempo posible o con todo en contra, a pesar de ello mi corazón quiere seguir luchando, puede que le cueste, que se canse o que este cansado ya, pero quiero seguir por el simple echo de que eso me hará sonreír.
Me pongo a pensar de la forma más estúpida, tirada en la cama y con cara de tonta y empiezo a imaginar momentos con él, el primer día que lo ví, cómo le conocí, la primera mirada, las veces que me alejé de él, el primer roce o incluso el primer beso y entonces poco a poco te vas quedando dormida, hasta que caes una vez más de la misma manera.
Me quedo quieta y me paro a pensar cómo sé que este sentimiento es real y la verdad que la respuesta es muy sencilla, muy simple, lo sé porque lo que más deseo es escaparme con él, tan solo con él, porque cada mirada suya es un chute de energía, porque cada vez que miro su boca deseo besarla y porque sí, porque hay cosas que no se pueden explicar que son porque son.
