Revuelo de sentimientos que enardecen el pecho
en este oscuro octubre cubierto de ocres y sueños,
ni una palabra en el aire que calme ese lecho,
ni un susurro en el cuello que espera desecho...
La espera se rompe al golpear de una puerta,
un latido galopa salvajemente a su encuentro
y al abrirse se funde un abrazo tan tierno
que el pasado se torna borroso e incierto...
Una boca que grita y pide un corto silencio,
una mano que avanza entre cuerpos anémicos
y en el camino de letras y frases del recuerdo,
no encuentran un texto que confirme el sentimiento...
El hambre se apodera de las mentes ansiosas,
en la mesa quedan muertas las frutas carnosas,
los amantes confirman entre risas y absortos,
que también es posible... las fresas llegan en otoño...
Una boca que grita y pide un corto silencio,
una mano que avanza entre cuerpos anémicos, y en verdad no existe la duda de que las fresas se muerden en otoño y siempre.Beso.