TusTextos

Despedidas.

De pronto algo había muerto en ella. Esa flor tan roja que brillaba dejó de hacerlo, se empezó a marchitar, poco a poco, minuto a minuto. Ella sintió como todo se caía bajo sus pies y parecía que algo la apretase el pecho. Tenía un nudo en la garganta y sus piernas no querían andar. El cuerpo la pesaba mucho. En la calle llovía, pero sus ojos también llovían aquella noche de Marzo. Era una noche fría y ella tenía escalofríos. Parecía que el día quisiera acompañarla pero ella solo podía pensar en el adiós que había dado ese día. "Adiós"¿Una palabra podía hacer tanto daño? Uno a uno los pétalos de aquella rosa caían y entonces entendió que el adiós en sí no es lo que hace daño. Lo que hace daño es decir adiós a quien te dio aliento.
Neither29 de marzo de 2013

Más de Neither

Chat