Orzada
Del mundo soy el ombligo.
Concédeme atención.
Fíjate en mí y ve contando lo valiosa que soy. Yo no te escucho, pero díselo a ellos.
Dedícame siempre un poco más de tiempo que al resto de los que conozco; habla de mí, sugiere continuamente que sin mi presencia todo destiñe.
Hazme un homenaje y dame importancia; repite, tantas veces como veces me menciono, que tú me amas como yo me amo.
Sube a mi ego y suicídate, arrojándote a mis pies desde aquella altura.
Del mundo soy el ombligo, ¿no lo ves?
No tengo por qué aceptar tus consejos, ni siquiera sé lo que dices. Sólo te veo mover los labios y, si no es para elogiarme como bien merezco, qué importancia pueden tener tus palabras.
Coloqué, para mayor y apropiada gloria, un joya en el centro del Universo.
Greko, inspirado e inspirador. : )
Un saludo.
10/05/14 08:05