Olas de Sur, de corales dibujados en tus dedos.
Partamos hacia los bosques, donde los cielos
se advinan entre las hojas, los álamos
y los cedros.
Olas de consuelo, de mirada atenta, de oportuno acierto
al guardar entre tus manos una estrella o una rosa.
Mariposas de un sur que habitan con los delfines,
sonatas de noche y pan con aceite.
Aquí, mi ola del sur, no encuentra ese inconveniente de ser ola,
ni sur; es niebla intangible sobre las verdes montañas.
Juegas con la risa de esa brisa novedosa de un hoy,
y sigues los pasos de los pétalos abandonados de
corazones prensados en la inquietud del veneno.
Renació el árbol a los pies de tu ventana.
Mirabas, ola del sur, la calma del suave viento,
el crepitar del asfalto, los ríos de oro cubierto,
en forma de venas puras.
Olas del sur, la tarde se hace día y adivinas el destello
de ese punto de luz, al que llamas eternidad.
Como un círculo impregnado de manos de amor,
atrapemos el deseo de ese espacio consagrado
donde el sol, enamorado te llene del sueño,
sin el engaño de ser ni dios ni eternidad.

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2 Comentarios

• 

  Polaris

  Increíble vocabulario, cautivador, sincero, bello, te felicito, esas increíble.
  
  
  
  Pol.

  11/06/13 12:06

• 

  Neogrekosay2012

  Gracias Pol. Las palabras siguen ahí, y el hecho de compartirlas me supone una forma de cercanía, un dar la mano un sentir que la vida no nos arrebata todo. Un gran saludo y gracias.

  11/06/13 07:06