Se detiene la emoción. No cabe ese fluir del sentimiento que rodea la existencia. Nada alcanza mayor profundidad que el silencio. Murieron las palabras entre los ágiles dedos de los mentirosos, de quienes atraparon corazones para jugar a que fueran rosas. En ese inquietante desconocer el sentido real de todo...alcanzaremos momentos donde el sueños de mil árboles cortados caerán sobre el agua; lento juego que anuncia el lento encuentro con el miedo. Los silencios rotos se entrelazan. Ya es demasiado tarde. Quienes pudieron...no quisieron; nos han hecho regresar al borde de la oscuridad. Y...¿ Qué más da ? Quizá, es tarde para justificar las miradas infelices o los gestos generosos. Arde la palabra entre la boca cerrada de mil pueblos. Nadie regresa. Ni siquiera tú, convencido de tu fe o de tu falsa misión. Comamos, mientras la paz se niega y lo que vale es aquello que para ti sigue siendo el mismo miedo con el que soñabas que mil árboles eran cortados y caían al mar.
Mi buen amigo .
Tristes guerras si no es de amor su empresa.
tristes hombres..
No se si lo recorde bien o me invente algo perdon si fue asi.
Fue lo que me proboco tu poema.
Abrazos
