TusTextos

Sobre El Ser

Cambia el paisaje de la vida cuando se habita de presencias. Quizá, esas que son más íntimas y que conocen nuestro corazón por participar de sus latidos. He visto el desgaste de lo humano, entre negaciones y búsquedas de gloria; pero cuando hablamos de verdad (palabra hermosa utilizada con poco sentido común) nos encontramos directamente con nosotros mismos y quizá también con la soledad que la contiene.

Sé que podemos ser testigos de una presencia profunda con la cual participar, presencia renovada, estado mental polimórfico... Sé que el ser humano ausente de de su profundo vacío mira hacia lo alto y parpadea en búsqueda de algún punto indeterminado, objeto volador o luminaria en la madrugada.

Sé que todo intento de hacer de la humildad el soporte de cuanto nos permite renacer recorrerá mil paisajes, aunque la marabunta ruja detrás de las economías, de los sillones y de las altas torres.

Decía un poeta oriental, que el último aviso para que laves tu rostro, puede llegarte en el desierto. Medito sobre la necesidad de llenar de esperanza las cantimploras, preparadas para cualquier viaje, y abriendo su cierre, verter el agua sobre las manos para estar dispuesto.
Neogrekosay201219 de mayo de 2013

1 Comentarios

  • Voltereta

    Me parece muy interesante tu texto, es como intentar alcanzar el horizonte. Uno nunca llega a alcanzarlo, pues cuando llega a lo que veía en el inicio, la línea horizontal muestra otro paisaje distinto, a la vez que igualmente lejano. El horizonte siempre es diferente, en función del punto desde el que lo observamos.

    El ser humano es tan cambiante como el horizonte, por eso hay que observarlo desde infinidad de puntos subjetivos.

    Un saludo.

    19/05/13 06:05

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