TusTextos

El Secreto de Salomé

Durante toda la tarde cinco mujeres con sus diez manos han bañado mi cuerpo, lo han depilado, lo han ungido con aceites y bálsamos. Los labios de cinco doncellas núbiles han revestido mi pecho de cien finísimos diamantes, los han adherido con resina y su propio hálito de flores.

Los orfebres de palacio han golpeado y amartillado metales durante tres días con sus tres noches para crear un fino cordón dorado que me ciña las caderas. Del cordón penden cien monedas de oro y en cada moneda hay grabados conjuros cuyos secretos sólo conocen los maestros artesanos.

Mi madre me ha traído una esmeralda en forma de lágrima, para que solloze su lamento en la pequeña guarida de mi ombligo. Corren muchas leyendas sobre mi nacimiento, dicen que no soy hija de mujer, sino de pantera. Que mis ojos no son humanos, sino de felina, dos piedras verdes que centellean entre las sombras, una llamarada de pelo negro besando el ondular de las nalgas. Dicen que no camino, que me deslizo apenas rozando el suelo, y que después acecho.

Siete velos son el único arcoiris que cubre mis piernas, siete espadas de colores intentando punzar el aire en un remolino ingrávido de tules. En mis tobillos, cien diminutas campanillas de plata, cada una con su propia melodía escondida, diapasones de sueños y de pesadillas.

Apenas he tenido unos instantes para bajar a las mazmorras y ofrecerte toda la fortuna de mi cuerpo, tu libertad ansiada, la dulzura de mis ojos, todo eso por el simple bautismo de tus besos, por la comunión de tu cuerpo, por la extremaunción de tus manos dibujando soles y estrellas sobre mi rostro.

Tus ojos se han convertido en dos pozos abisales de desprecio. Has dicho que para la hija de una hiena no hay bautismo posible, y has tenido el valor de escupir blasfemias a mis pies, y te has quedado allí, frente a mí, sintiendo tu acto de valentía y de coraje como una armadura divina que te aleja del pecado y te envuelve en un halo de triste santidad.

Después ha llegado la hora de entrar al salón del gran banquete. El viejo Herodes ha invitado a sumos sacerdotes, a aviesos mercaderes, a cónsules y procónsules romanos, a grandes eruditos, y a magos de mirada inquieta y temerosa, conscientes de que su propia vida vale menos que uno sólo de los velos que acarician mis piernas.

Han traído las brasas primigenias del templo de Salomón, para que mis pies descalzos obren la magia de danzar sobre el fuego. Mis manos tejen hilos invisibles que se enganchan como anzuelos en los corazones marchitos., tiro de ellos, los atraigo, los abrigo con una red de fingidos anhelos. Frente a mí, dos cobras erguidas siguen el movimiento de las dunas del desierto que brotan de mi vientre, un hipnótico ir y venir de olas de arena y de carne.

El sudor corre en lágrimas brillantes sobre mi piernas, se detiene apenas un segundo para saciar su sed de notas en las campanillas de plata, y después cae pesado sobre las llamas. El vapor se eleva sobre los velos y toda la sala se llena de las fragancias de mi cuerpo. Las cobras han quedado inertes y exhaustas frente a las brasas, y entonces arqueo la espalda para que sea la cascada de mi pelo la que apague el fuego de la danza.
El viejo me mira con sus ojos ebrios de poder y de lujuria. El también ha caído en la trampa, en la ilusión de un sueño que sólo él habita. Me ofrece el mundo, la mitad de su reino, más gloria, más poder, más fortuna. ¿Qué puede si no, querer una mujer?

Herodías termina de rebañar la fuente del faisán, y mientras se lame lánguida los dedos, sus ojos me desvelan el pozo de odio que corroe sus ansias. Arrebato con furia la fuente de plata y la muestro a la sala.

-¡Quiero la cabeza de Juan, al que llaman “El Bautista”.

Las voces taladran el silencio, cuchicheos, susurros que me contemplan espantados: “No, no es cosa de la niña, es obra de la pérfida Herodías”.

Ahora, querido Juan, dormirás junto a mi almohada. Yo me bautizaré en tu sangre, en los aceites diluidos de un triste faisán. Tus labios resecos podrán apagar su sed en el frescor gélido de cien diamantes. Ahora que tus ojos vuelven a ser dulces y espantados, te miraré muy hondo y te contaré un gran secreto. Que solo soy una muchacha que intenta sobrevivir en un bosque de dolor y felonías.

Por eso quise que tu dulzura bautizara esta piel que nadie antes ha tocado, porque mi tiempo es breve, y toda la inocencia que alberga mi alma ya me está siendo arrebatada. Sólo quise que fueras el primero, que me permitieras el sueño de soñar el amor que nunca hallaré, de crear una última ilusión de niña.

Beso tus labios, y con mis dedos ensangrentados dibujo sobre tu frente un corazón. Yo te bautizo, Juan, en nombre de la madre, y de la hija, y del espíritu cercenado de mi pobre infancia.
Nereael12 de julio de 2012

1 Recomendaciones

25 Comentarios

  • Beth

    Esto me lo tengo que llevar como favorito porque me ha encantado. ¿Dónde has encontrado las palabras para narrarlo tan bien? Gracias, no sabes el placer que ha sido leerte. Un beso

    12/07/12 07:07

  • Kc

    Ansorta!! me has dejado con tan bello escrito, me facina como lo has hecho, admiro tu alto nivel de lectura tambien, me lo llevo a favoritos.
    Besos y abrazos cariñosos.

    12/07/12 08:07

  • Singeringen

    Pppppppuuuuuuuuuuuuuuuuffffffffffffff!!! me he quedado helado al terminar de leerlo...................un corazon tan lleno de desilucion puede arrastrar a alguien a una decision tan macabra? creo que sí, lo hemos vivido, y lo seguimos viviendo. El amor de una mujer puede ser tan fuerte que la muerte simplemente se queda corta con su sed de victimas inmerecidas en esta tierra. Pobre Juan a donde iria a parar si sus ojos no queria mirar, porque sabia el pecado que en lla habitaba. Solo fue gentil decirle que no podia bautizarla pero ella lo tomo como un desprecio, crudo y sin pensarlo.............Juan ahora estas en la bandeja del deseo de esa mujer, esa mujer que encendia los corazones y que sus intensiones no eran nada buenas para tu ser.........Ahora los dos estan juntos en ese mismo querer, pero quien sabe, si aun en la eternidad el la sigue despreciando y su corazon hiriendo, y para ella el infierno como castigo eterno, el desprecio de quien si empre habia querido.....

    12/07/12 11:07

  • Elmalevolico

    Nere!!! UUUUUUY este estilo me encanta amiga. Voy a verme en la necesidad de pedirte más. Saludos!!!

    13/07/12 04:07

  • Indigo

    Ardiente y exótica escritura, la barbarie en vilo conciliando con la candidez, de un extremo al otro me voló la imaginación al leerlo. Salomé es en el fondo, la historia de cierto sector de la humanidad y sus felonías. Magnífico tu texto.

    Mi saludo Nereael.

    13/07/12 05:07

  • Libelle

    Lei su historia en la biblia pero prefiero, la tuya mucho massss,

    Besossss

    13/07/12 08:07

  • Buitrago

    Sencillamente fantastico
    Un placer leerlo

    Antonio

    13/07/12 01:07

  • Nereael

    Democles, parece que te has pasado la vida declamando a Juan el Bautista en el teatro del cole,jajaja. Para mí también Salomé es un icono de belleza. Me alegra que te haya gustado.

    13/07/12 05:07

  • Nereael

    Beth, para mí es un orgullo que te haya gustado. A veces me pasa como a Asun, que yo no busco las palabras, ellas me saltan en el regazo.
    Gracias a ti y ya sabes, un ADO.

    13/07/12 05:07

  • Nereael

    Karla, no sabes cómo se me pone a mi la piel con tus niñas huérfanas. Te agradezco muchísimo el comentario. Besos.

    13/07/12 05:07

  • Nereael

    Singer, el papel de Juan en esta historia estaba escrito antes del principio de los tiempos. El aspiraba a la santidad, y es lo que tiene. Nadie sabe qué fué de Salomé, probablemente siga bailando sobre las ascuas del infierno para el bello Lucifer.
    Gracias por pasarte.

    13/07/12 05:07

  • Nereael

    Indigo, me encanta tu comentario, porque es lo que he intentado transmitir. Salomé es ya prácticamente un arquetipo. La breve historia todos la hemos escuchado alguna vez, pero quería aportarle algo más, el sentir de una muchacha que ve como la inocencia se le escurre entre los dedos.
    Muchas gracias por pasarte.

    13/07/12 05:07

  • Nereael

    Uyyyy, malevólico, que te he saltado, amigo. Me encanta que te haya gustado. Respecto a tus deseos, en fin, no soy muy prolífica, y nunca se quién va ser el próximo personaje que va a venir a rondarme y a tocarme las narices, así que ya veremos.
    Un beso.

    13/07/12 05:07

  • Nereael

    Heylel, para mí sabes que siempre es una alegría verte por aquí. Muchas gracias por tus comentarios, y por tu desvelo. Salomé está encantada, así que esta noche no van a rodar cabezas.
    Un beso.

    13/07/12 06:07

  • Nereael

    Libelle, y a mí me gusta que te haya gustado.
    Un beso.

    13/07/12 06:07

  • Nereael

    Antonio, gracias por pasarte.
    Saludos.

    13/07/12 06:07

  • Yadiramurta

    Apasionante escritura, lo he leído de un sorbo. El final es estremecedor.
    Un placer haber hallado esta lectura.
    Saludos :)

    13/07/12 06:07

  • Creatividad

    Nerea.....escribes poco aqui,pero amiga...la maravilla deletreada que has plasmado aqui... me dan ganas de salir corriendo y encontrate en donde estes y arrodillarme ante tu majestuosa riqueza y con reverencia agradecertelo. Valla relato fuera de este universo que nos has regalado como beso eterno. Bellisimo. Saludos.

    13/07/12 06:07

  • Didina

    Acabo de entrar en tt, y como voy con retraso no leo todo lo que debiera, pero... la suerte de entrar en tus letras y encontrarme enredada en tu texto ha sido fantástico. No tengo palabras para decirte lo que pienso, lo que he sentido, abrumador cuento. Felicidades, genial. bsos didina

    13/07/12 07:07

  • Nereael

    Hola, Yadira, bienvenida a mi espacio y muchas gracias por tu comentario.
    Un beso

    14/07/12 05:07

  • Nereael

    Querida Creatividad, si apareces por aquí no va a haber metros de alfombra roja para recibirte. Gracias por tus palabras, esto anima a seguir escribiendo.
    Un beso

    14/07/12 05:07

  • Nereael

    Didina, a mi me pasa exactamente lo mismo. No doy a basto para leer y comentar, y eso que nunca cierro sesión, para no perder tiempo. Así que gracias por tutiempo y por tus palabras.
    Un beso.

    14/07/12 05:07

  • Nereael

    Lola, yo lo que voy a necesitar es un "word decoder" sencillo para entenderte, porque yo a Caín y Abel los uso en mis textos, y también a Juan y a Salomé, a Javier todavía no he tenido el gusto de conocerle.

    14/07/12 07:07

  • Indigo

    Apasionante manifestación de filosofía del lenguaje y psicología en la comunicación.
    Si alguno sabe de Neral, ¡Dígale que retorne!

    09/03/15 01:03

  • Indigo

    Apasionante manifestación de filosofía del lenguaje y psicología en la comunicación.
    Si alguno sabe de Nereael, ¡Dígale que retorne!

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