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Atardecer Descontrolado

De repente me llama la atención la leche para bebes. Sí, es raro, ¿en que estaba pensando?... O sea... ¡Leche para bebes! Soy un tipo bien raro.

Me encuentro aburrido a mas no poder como casi todos los jueves en el supermercado haciendo la compra semanal, Paola y yo solemos hacer la compra los jueves porque según nosotros es el día más aburrido de toda la semana, nada grandioso puede pasar y es la antesala al fin de semana, supongo que hay que estar preparado para "El gran Weekend".

Bien, aquí estoy. Esta semana me toca a mí, salí del trabajo, soporté el asqueroso tránsito de este intento fallido de ciudad y llegue como todo mortal a caminar entre pasillos rodeado por monos súper desarrollados llamados "Personas" que buscan entre su mayoría añadir calorías a su cuerpo y comprar cosas que probablemente no necesitaran en menos de 2 meses, que bella es la vida.

Mientras estoy en la fila no puedo evitar hacer uso de mis dotes de vecina chismosa de barrio y escuchar una pequeña discusión entre una pareja, el tipo la había cagado, solo pedía perdón y bajaba la cabeza, no hay que ser muy inteligente para darse cuenta que el tipo le había sido infiel, algo que no es un error pero conlleva a algo que si considero un error; dejar que se diera cuenta, pobre infeliz.

— Perdón, no se en que estaba pensando, perdóname Charo, solo pasó una vez ¿acaso no puedes ver que estoy arrepentido? — Le dice.

— ¿Sabes que no me importa, verdad? la única razón por la que vine contigo hasta acá fue para comprar las cosas de Noelia, en quien tú no pensaste ¡Idiota! — Ella replica.

— Es nuestra hija, no puedes hacerme esto... Por favor, ella necesita a su padre — Él dice.

— ¿A si? pues si quieres tanto ver tu hija prepárate porque solo los martes podrás verla, así recuerdas bien tu fachada de los martes, tremendo idiota... Ya paga. — Ella contesta.

¡WOW! ¡Esta mujer tiene ovarios! Es toda una fiera. Siento pena por el hombre, parece estar arrepentido, se nota que no suele hacer este tipo de cosas comúnmente. Es un aprendiz.

Pasan unos segundos en los que ver tremenda tragedia parecía darme cierto grado de felicidad existencial como a todo humano egocéntrico, cuando mi cerebro por fin reacciona a dos palabras antes mencionadas: Fachada... Martes.

“No, Javier... ¡Ni siquiera lo pienses! ¡OK! sé que ella es toda una perra calculadora y todo eso, pero no, tanto así no”.

Me lo repito una y otra vez hasta que casi me lo creo pero mis instintos de macho promiscuo me hacen dudar. "¿Y si ella también tiene una fachada? ¿Y cada jueves se ve con un infeliz que imita mis caricias y besa la carne que ya hace 5 años me dijo que si frente a un altar con un señor de larga melena crucificado?" "¿Sera posible?".

Ni cuenta me he dado pero los jóvenes que discutían se han desvanecido, como si todo hubiera sido parte de mi imaginación, la cajera me mira con cara de asombro, como alguien que está apunto de llamar al 911 y reportar a un desquiciado que está a punto de hacer un locura; talvez está en toda la razón. Me apresuro a pagar, la ayudo para que todo se haga más deprisa, miro el reloj, son las 7:15 PM me tomarían alrededor de 6 minutos llegar al apartamento si manejo como loco, o sea, normalmente. Todo empacado y una vez en el carro acelero y tomo dirección hacia nuestro hogar.

De pronto me pongo a pensar en mi relación con Paola, ¡Demonios, hacía tiempo ni pensaba en esto! ok, hablare claro, ella no me ama, hace tiempo dejo de hacerlo. Yo por igual. Nuestra relación se volvió tan monótona que la única cosa que nos unen son el sexo, nuestros fallidos intentos por tener un bebe y nuestro ego de jóvenes adinerados que gustan de vivir la vida. Yo le he sido infiel, lo hago de vez en cuando, supongo que de cierta forma quiero que la relación funcione aunque a mi manera, claro está. No tengo una fachada, bueno… no como el tipo del supermercado, que debo de aceptar es una buena idea que quizá luego la adhiera a mi repertorio. Gracias, tipo del supermercado.

Ya casi llego, la verdad estos no son celos, esto es mi ego una vez más manifestándose de maneras increíbles en momentos difíciles, supongo que no soportaría que mi mujer me engañe con un idiota en el apartamento que compre con mi dinero, que le haga el amor a la mujer que tanto le he dado, y que use mis muebles para sus libidinosos actos. Él se debe sentir como todo un súper héroe, ella como una heroína. Yo... yo la verdad me siento como un idiota.

Finalmente llego, veo un vehículo que no reconozco junto a su carro; la sangre me comienza a hervir. Salgo sin hacer mucho ruido pero apresurándome, comienzo a transpirar, mi cabello que suele estar siempre peinado ya no lo está y tengo esta expresión en mi rostro como de niño que no recibió regalo de navidad. Estoy frente a la puerta. Abro. Entro. Todo parece en orden, ni una señal de desorden, que decepción... Ni siquiera ella parece estar. “Pero acabo de ver su vehículo allá abajo, debe de estar aquí”. No quiero hablar por si acaso están escondidos así que no lo hago, sigo caminando por el apartamento sin resultado aparente, voy a la habitación y nada. Y así sigo hasta que por fin la veo en el balcón. Es tan bella como siempre, su pelo negro casi llegando a sus glúteos que baila al son de la brisa y se combina con su vestido blanco, su piel es perfecta, me mira de reojo con una sonrisa ligeramente picara exhibiendo este magnífico acto de belleza que produce la luz del atardecer al posarse en su rostro. Se le escapan unas palabras:

— Hasta que por fin llegas, me decepcionas Javier — Me dice.

No supe que decir. La miré, bajé la cabeza y así como entré, salí.
Niels01 de octubre de 2015

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3 Comentarios

  • Voltereta

    Un relato magníficamente llevado, al final todo vuelve al principio, eso es lo que logran los buenos narradores, sin que el lector apenas lo perciba. Nos has mostrado multidud de mundos en un pequeño relato y nos has hecho mirar por el agujero de una pequeña cerradura, para hacernos fisgones, que en el fondo es lo quenos gusta a estos monos llamados, personas.

    Un placer leerte.

    Un saludo.

    02/10/15 07:10

  • Niels

    Voltereta,

    El placer es todo mio, no he escrito recientemente porque me la he pasado un poco enfermo, pero ya estoy de vuelta. Me alegra mucho que mi pequeño relato haya sido de tu agrado, despues de todo, nosotros como monos llamados personas, disfrutamos de esto :)

    Un abrazo,

    Niels.

    02/10/15 10:10

  • Valkerie

    Muy buena historia en donde el egoísmo y los celos son los actores principales, bien hecho Niels.

    Un placer leerte.

    05/10/15 05:10

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