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Irrealidad Subjetiva, Lógica y Retorcida

Ondas supersónicas que se mueven caprichosamente en la solitaria habitación, y que van destellando pequeños zumbidos que terminan en la única fuente de luz que en aquel espacio cerrado se encontraba flotando sobre la parte superior.

Miles de miradas pérdidas se van deslizando por debajo de la puerta, quedando como huellas inconclusas de una realidad subjetiva y densa como el humo del cigarrillo que se escapa de los labios.

Voces empalagadas que escurren colores fluorescentes y que se van fundiendo con el aroma nocturno que se despliega en el horizonte infinito, de aquel multicromático suspiro. Un suspiro evocado por cada una de las ondas que desprendían aquellas curvilíneas gotas traslúcidas, al momento de despegarse de toda realidad objetiva y lógica, y decidían descaradamente teñir de color vino, aquel efímero pensamiento.

Palabras iban y venían, despegando y aterrizando aparatosamente, titilando y encogiéndose, distorsionándose y volviendo a su forma original; libres dentro de aquel torbellino de invisibles sensaciones.
Sensaciones forradas de una metáfora que se encuentra trazada por ilusiones pasadas, que hoy por hoy, deciden precipitarse sobre el fondo subconsciente de aquella realidad alterna. Una realidad, en donde yo traspasaba las líneas imaginarias que bordeaban mi frontera irracional, y me adentraba hacia el centro de aquellas emociones profundas, que ahora, en ese preciso instante, iban surgiendo como burbujas sobre la superficie, burbujas que explotaban al hacer contacto con aquellas viajantes y solitarias ondas supersónicas.

Y las tomé en mis manos, las tuve ahí, frente a mí. Y con el fino movimiento de mis dedos, decidí desdibujarlas, tratando de convertir ese simple gesto, en una desesperada maniobra, con el fin de adueñarme de mis más íntimos sentimientos, de mis más íntimas sensaciones, de mis más retorcidas ideas.

Sin embargo, mientras movía una y otra vez los dedos, mi cuerpo iba desvaneciéndose, iba transformándose en simple antimateria; cada partícula que se desprendía de mí, chocaba inconscientemente con aquella atmósfera surrealista que se curveaba y tomaba formas indefinidas.

Mientras que de mis ojos brotaban grotescas lágrimas negruzcas, de mi boca surgían palabras exhaladas carentes de sentido, palabras que posteriormente tras la oscuridad de mis párpados, quedaron ahogadas en el sonido lejano de mi consciencia.

Mi corazón, en menos de tres milisegundos, bajo su ritmo cardíaco, un fino y delicado compás de tiempo, penetró mis oídos, explotando en fracción de horas frente a mis ojos. Esta fue la señal desastrosa que marcó aquel momento, un momento en donde todo se encontraba salpicado, incluyendo aquellas retorcidas ondas, de un color oscuro parecido al petróleo. Ahí se encontraba un cuerpo ya inerte, donde Los gemidos conglomerados en sus huellas dactilares, aún seguían desprendiéndose.

Y las ondas, esas ondas, siguieron golpeando mi alma, siguieron golpeando a aquel cuerpo carente de vida, que desde que decidió traspasar la frontera de lo real y lo inventado, se encontraba ya destinado a la eterna agonía.
Nigth1423 de septiembre de 2011

7 Comentarios

  • Indigo

    De lo surreal a lo real me ha trasladado vertiginosamente,
    y el final como un axioma...

    "... se encontraba ya destinado a la eterna agonía."

    Denso e interesante, como para otra lectura.
    Saludos apreciado vecino, desde Aragua.


    23/09/11 01:09

  • Nigth14

    muchas gracias, pues precisamente yo catalogo el texto, como un vertiginoso pasaje por mis más profundas sensaciones, creo que es uno de los más profundos y personales que he hecho

    aragua? eres de venezuela? yo también fijate

    23/09/11 01:09

  • Serge

    Marcos:
    En este relato hay imagenes que estremecen y derriten a cualquier materia. Has volcado todas esas sensaciones que tenias guardadas en lo más profundo y aunque pueda ser desastroso al final es liberador.

    Un gusto leerte de nuevo.

    Serge.

    23/09/11 04:09

  • Norah

    incluyendo aquellas retorcidas ondas, de un color oscuro parecido al petróleo...de modo obvio personal.Excelente.

    23/09/11 07:09

  • Alexo

    fuerte, golpeo fuerte.

    muy bueno, saludos.

    01/12/11 10:12

  • Zien

    Me encante leerte Marco, es un completo placer. Un abrazo

    12/01/12 08:01

  • A3

    Me recuerda a un relato de la Taberna Galactica de Josep Maria Beà...a uno en concreto del que no recuerod su titulo.
    Bien ambientado,si señor.

    22/02/12 04:02

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