A él lo vi tocando con sus dedos las melodías de mis sentidos
A él lo vi acariciando con sus pensamientos los pies de Zeus
A él lo vi escrudiñando entre los reflejos que dibujaban las aguas turbias que empapaban los vidrios de mi ventana
Quizás el tiempo que alguna vez dibujó tu sonrisa, hoy se disfraza de penumbra y me acaricia la nuca como un simple suspiro etéreo que me hace estar dormido entre las oscuridades de mi cuarto.
El simple retazo de una canción a lo lejos, me hace manchar con tintas indelebles los labios de un pasado que hoy extraño y anhelo.
El vuelo de un susurro que se disfraza de latido.
Recordando, simplemente recordando la profundidad de tu mirada, anhelando con cada minuto que transcurre algún llamado de tu alma que me haga despertar, que me haga escribir palabras sin sentido, que me convierta en una materia tangible y no un espíritu inerte que lucha por no desvanecerse.
