Una Bocanada de Cigarrillo El
Miércoles por la Mañana (9?)
El teléfono celular sonó más fuerte que nunca, la luz azul de la pantalla parpadeaba ferozmente.
- ¿aló? (contesta en un tono más dormido que despierto)
- Este es el colmo
¡¡¡que estés durmiendo tan tranquilamente!!!
Te doy 20 minutos para que estés aquí. (habló la voz)
Y se cuelga la llamada.
Miró su reloj, y vio la hora: 12:30 P.M.
Se tocó la cabeza despeinada, y buscó el cuerpo que la noche anterior había dormido a su lado.
No la consiguió con la mirada.
La cama de sábanas blancas se encontraba totalmente desordenada, los calcetines y su ropa se encontraban tirada en el suelo. Al lado de la mesita de noche estaba la envoltura del condón, las cortinas abiertas y la luz de la mañana soleada que iluminaba el día, se colaban como ladrones entre los vidrios de la ventana.
Se vistió como pudo y en eso tocan la puerta:
- señor, se le agradece por favor desocupar la habitación, ya ha excedido su límite, si quiere pasar otro rato por favor debe notificarlo en la recepción (decía una voz de una mujer asiática al otro lado de la puerta).
- No se preocupe, ya voy saliendo.
Se coloca los zapatos y de entre sus bolsillos busca un cigarrillo, no tenía ninguno puesto que la noche anterior dio el último.
Registró el cuarto por última vez con su mirada.
No la halló. Se dio la vuelta y tranco tras él la puerta de la habitación.
Calle Michigan.
Edificio corporativo nº 113.
Estados unidos- New York.
- ¿te has enterado de lo que sale en los periódicos?
- Me vale un comino lo que salga entre ellos.
Hubo un silencio de por lo menos 5 segundos.
- a ti no podrá importarte Marco, pero a la corporación, claro que le importa. Sabes muy bien que nuestro futuro depende de nuestra reputación
¿y tú vienes precisamente con este espectáculo? (dice aquel hombre envuelto en un tono furioso, y con la cara roja de la rabia)
Se callan ambos, y le tira el periódico al lado.
Marco, ni siquiera lo mira.
- nada te costaba ir, pararte y dar gracias a quien se te pasara por la mente
pero no; decides ir más lejos y haces el espectáculo frente a todos (dice el hombre. Se encontraba de espaldas viendo la ciudad por la ventana).
- No salió como planeabas y como lo planeaban todos
ni siquiera salió como la planeé yo, sólo salió y ya
- No estamos jugando con simples juguetes Marco (se volteó, haciendo caso omiso a lo que escuchó), estamos hablando de algo muy serio que involucra a miles de vidas
fuiste capaz de encontrar la cura al sida, y ¿jodes el maldito festejo con un show de este calibre? (termina nuevamente con el cuello tan rojo como la sangre).
- No fue mi intención descubrirla, sólo quería terminar con todo
- porque tu madre hubiese muerto de esto precisamente, no es motivo para involucrar nuestro dinero Marco (habla en voz baja, pero tan cortante como siempre).
Quedó callado.
- mañana ofrecerás una rueda de prensa. Y no quiero juegos de nuevo, yo saldré contento como siempre, y el asunto habrá terminado.
Marco se encontraba callado y viendo hacia el piso todo el tiempo.
30 segundos después y tras un largo silencio, rompe aquel aire.
- ni siquiera pienses que seré parte de tus marionetas solamente por salvar tu pellejo (contesta en un tono bajo pero fuertemente convincente), si tú eres el jefe de investigaciones, pues tú sabrás como parar el espectáculo.
John, queda perplejo, con el labio temblante y el bigote firme.
- y tirarás a la borda, tu vida por un maldito capricho (prosigue)
- mi vida se fue a la borda desde el día que decidí acatar tus órdenes.
Quedan en silencio, y el frío cortante penetra los poros.
- eres un hijo de perra Marco
- pues, así será entonces
Se da media vuelta y se dirige hacia la puerta de roble que está en frente.
- y que harás con la fama?, el dinero, las mujeres, el poder
(le dice desde atrás)
- te lo puedes meter por el culo si quieres
Abre la puerta y sale de la oficina despacio pero firme.
15 segundos después, se escuchó como la mesa de vidrio de la sala se rompía contra el suelo de parqué.
