Todo Se Pierde
Todo está a punto de salirse del carril. Las cárceles se encuentran abandonadas y no porque los presos ya no habiten en ellas. Sino, porque los jueces dejaron de impartir justicia.
Tensión, disturbio, ánimo de motín, es el claro que se percibe en un lugar donde muchos intentarán salvar sus vidas por que el coronavirus jura venganza.
Miedo a la muerte, miedo a morir como lo más insignificante que en la tierra y la justicia sigue sin llegar a tiempo. El silencio de los jueces expresan el desprecio de un Estado que se dice popular pero demuestra ser dictador.
Este punto de transición corresponde a cambios en las formas de mediación por parte de un poder que intenta imponerse a cuesta de cualquier presión, aún exponiendo a la muerte la vida de miles de presos, que esperan que los jueces impartan justicia.
Hoy vemos que el poder político es un poder indiferente, que solo mira por el pueblo para llegar a la cúspide en una elección y en esta pandemia es capaz de utilizar formas y prácticas de gobierno militar para exterminar a un porcentaje de individuos considerados el desecho tóxico de la sociedad y entre ellos: los presos.
Hay políticos mediáticos que en plena cuarentena aparecen en los medios como los artistas del show: Berni, te espero en mi barrio.
Mientras en el AMBA, la crisis se agiganta, muchos detenidos esperan una respuesta por su situación y evitan caer en lo peor.
Todo tiende a salirse del carril, si los políticos y los jueces no dejan de mirar sus diferencias, vamos a lamentar no tan solo la muerte de los presos, sino, la muerte de muchos ciudadanos de la nación.
Mientras el Ministro de Seguridad, la Ministra de Salud y el Secretario de Política Criminal sigan jugando al “a ver si ahorra”, el futuro de los presos se torna catastrófico.
Ninguno muestra seriedad y responsabilidad, el tema, parece ser objeto de sorteo, fuera del uso de la razón, los presos parecen ser animales y la gente del pueblo el desecho tóxico.
Está crisis mundial irá afectando muy de cerca a los sectores más vulnerables del país. Muchos niños crecerán en la miseria, muchos adultos perderán sus vidas, y en las cárceles el deceso biológico será por causa del caos a causa del contagio masivo del virus: que hoy podría evitarse.
La sociedad está siendo sacudida por el abandono estátal, la gente se somete al encierro, a un encierro sin pena y los presos son sometidos a leyes procedentes de la dictadura.
Mientras los gobernantes se sigan bajando los pantalones ante las élites, el pueblo, será sometido al encierro eterno, adultos a la muerte y los presos al castigo de los modelos punitivistas que juran venganza de muerte.
